Tamara Gorro, la influencer y esposa de Ezequiel Garay, expresa a través de su instagram su angustia por la situación que se está viviendo, y que le afecta muy directamente por el positivo que dio el futbolista en las pruebas, pero también por el hecho de no estar con sus hijos y con el resto de su familia, que se encuentran en Madrid. "Yo soy una tía superpositiva, mogollón. Siempre intento sacar de lo peor lo mejor. Ese texto que he puesto ahora... es muy heavy lo que estamos viviendo, la gente que se está llevando vidas por delante...".

En un vídeo emotivo, Tamara reconoce que habla por teléfono a menudo por teléfono con sus abuelos y releva que "si les entra tos, a mi me entra pánico. Tengo miedo. Miedo a que se tengan que ir a un hospital y yo no pueda acompañarles. Seamos conscientes, joder, por favor seamos conscientes de la situación que tenemos, porque a lo mejor tú eres inmune, pero el que está al lado no. Y en esto tenemos que estar juntos, y vamos a seguir sacando la parte positiva porque no podemos estar lamentándonos", explica.

Aunque lo peor, según relata, es estar separada de sus hijos: "Tengo que reconocer que por mucha positividad que tenga, cada segundo el corazón me llora por no verlos y, sobre todo, por no saber cuántos días pasarán hasta que lo vuelva a hacer. El mundo se cae cuando escucho... 'mami, me quiero ir contigo, te echo de menos'. Jamás estuve tanto tiempo separada de mis niños. Necesito sus abrazos, sus besos, mimarles, dormirles, despertar junto a ellos. Podría cometer la locura de coger el coche e irme con ellos directamente a Madrid, y no lo voy a hacer, porque el que yo salga a lo mejor implica que alguien muera por mi irresponsabilidad".

Mientras, la pareja se mantiene en cuarentena en su casa y el jugador del Valencia CF. Garay, tal como suele mostrar también con imágenes a través de las redes sociales, sigue cada día con la rehabilitación de su lesión de rodilla con toda normalidad según las pautas del cuerpo médico del club. Han pasado ya más de siete semanas desde que fue intervenido de la rotura de ligamento por el doctor Antonio Maestro en Oviedo.