César Sánchez y el equipo técnico que lidera en el Valencia CF se están preparando para afrontar un mercado complejo, un poco más enrevesado de lo habitual por el efecto del Covid-19 sobre la economía de los clubes y de las competiciones. El mundo del fútbol espera un ventana difícil, en la que habrá que echar mano del ingenio; se esperan políticas conservadoras y sacrificios, en todos los niveles, con una máxima: vender bien para comprar mejor. César tiene claro las cuatro posiciones que quire reforzar.

El futuro está cargado de condicionantes. En clave refuerzos también influye cuándo se podrá recuperar la temporada, cómo será el calendario 2020/21, cuánto durará el periodo de fichajes (apertura-cierre) y los posibles reajustes de la FIFA en los tiempos de los contratos que terminan o entran en vigor el 30 de junio.

La dirección deportiva del Valencia está trabajando para transformar el impasse en margen ganado a la crisis. César tiene las ideas claras y es consciente de los futbolistas o del perfil de plantilla que exige el proyecto y reclama la idiosincrasia histórica del club. Ese acoplamiento y compaginación es un salto hacia adelante.

César conoce el terreno que pisa y comprende la exigencia que plantea Mestalla. Hoy, la línea base de la planificación está trazada, pero existen cuestiones que abren líneas en paralelo, según la clasificación. Si el equipo entra en Champions, el contexto económico-deportivo es uno, próximo al ideal. Si el equipo está en Europa League, la situación es otra, más complicada. Así sucesivamente, del escenario más optimista al más oscuro. En cualquiera de las hipótesis, el equilibrio comprende un traspaso importante. Habrá que hacer un sacrificio y su carácter dependerá de las ofertas, de las cantidades... del futbolista o de los futbolistas.

La multa de la UE, un alivio

Es una perogrullada, pero conviene tenerlo claro. Sin un puesto entre los cuatro primeros, la grieta en la tesorería sólo se puede corregir con ventas no deseadas. En el apartado ingresos-gastos, la resolución del Tribunal General de la Unión Europea ha sido acogida como media clasificación para la Liga de Campeones, al quedar exentos de pagar 25 millones de euros por el presunto fraude financiero en la ampliación de capital de 2009. La multa hubiera sido un drama.

Ingeniería de mercado

El Valencia CF no está parado. En el apartado deportivo hay cuestiones logísticas que se pueden seguir desarrollando gracias a las 'nuevas' tecnologías. No se puede viajar, pero sí se puede estrujar el vídeo, repasar, analizar, exprimir datos, utilizar el teléfono... César y su gente, con Corona al mando, están sumergidos en el terreno de las oportunidades de mercado. Aquí, oportunidad no es sinónimo de bajar el listón en categoría o en prestaciones. El objetivo es recopilar información, anticipar situaciones y encontrar la ocasión para atacar talento a precio moderado o futbolistas importantes por recuperar. Hay cláusulas de rescisión que abren puertas. Hay descensos y no ascensos que abren ventanas... contratos que terminan en 2020 o en 2021. Hay buenos jugadores con un rol no protagonista cuya cesión, incluso su traspaso, puede encajar.

La secretaría técnica está valorando situaciones y operaciones que podrían cuadrar dentro de cualquier tipo de plantilla y planificando las opciones A, B y C. Entradas y también salidas. Arreglar el adiós de las chicos que no cuentan es estratégico y evita que haya tapón. La astucia, la personalidad y las habilidades de César se van a poner a prueba en un terreno no fácil, con muchas curvas y rampas por escalar. Va a tener que tomar decisiones potentes y defender o atacar apuestas duras.