Álex Blanco tiene velocidad, tiene uno contra uno y tiene gol. Esas cualidades son las que le llevaron a La Romareda el verano pasado, cuando Víctor Fernández advirtió que su zurda podría tener valor añadido en una categoría tan difícil como Segunda, donde los recursos distintos ayudan a romper partidos entre iguales.

Esa mezcla le convierte en un atacante moderno; Álex forma parte de esa serie de jugadores que todavía se atreven a pegarse a la banda. Cedido por el Valencia CF, el extremo está viviendo una temporada de desarrollo y maduración en el Real Zaragoza. Con 21 años, está dejando fogonazos importantes. No es titular, pero suma casi siempre en las segundas partes. Desempeña el rol de jugador número 13-14. En La Rosaleda, antes de que el fútbol se parase por el Covid-19, tuvo 23 minutos; participó en la recta final, fase en la que llegó el gol de Luis Suárez.

El zarpazo del colombiano tumbó al Málaga (0-1, minuto 86). En ese espacio, pese a la dificultad, alcanzó la temperatura competitiva necesaria para romper la barrera de los 35 kilómetros por hora al esprint. Una punta de velocidad significativa, con la que superó a compañeros como Luis Suárez -tremendo de piernas- y a rivales como Juankar, otro galgo.

El registro de Álex Blanco en el apartado velocidad máxima es uno de los más altos de la temporada 2019/20 en la división de plata. La marca multiplica su valor cuando se distribuye en contexto. En Primera, ningún jugador ha alcanzado ese pico. Adrià Pedrosa es el más veloz, con 35,11 kilómetros por hora. El lateral izquierdo del Espanyol es el velocista en la categoría reina, hasta el momento. Por detrás tiene a Fede Valverde (35,06), Hernani (35), Óscar Rodríguez (34,95) o el groguet Pau Torres (34,93 km/h).

Ferran también vuela

El Valencia está bien representando. Además, de Álex Blanco cuenta con Ferran Torres entre los siete más rápidos de Primera. El extremo ha registrando 34,91 km/h. El grupo de cabeza lo cierra Marcos Llorente, con 34,90 kilómetros por hora. Niguno llega a esa máxima de Álex Blanco, una de las más luminosas de LaLiga. No es una sorpresa. En el Mestalla llegó a registrar 35,6 km/h de máxima. Una locura. Sus datos en el filial han tomado forma en una categoría superior. El extremo ha sido capaz de llegar a los 38 esprints por partido y su media superaba los 11 kilómetros de distancia recorrida, cuestión que insiste en su ida y vuelta.

Extremo entre mediapuntas

Álex Blanco estuvo cedido en el Alavés la segunda parte del curso 2018/19. No llegó a sumar más de 20 minutos de acción, pero significó dar un pasito en un equipo de Primera, fuera del entorno Valencia CF, donde su rendimiento en el filial le sirvió para ganarse el debut con Marcelino. Participó en los dos partidos de la eliminatoria ante el Ebro. Su estreno oficial llegó, precisamente, en La Romareda. En el Mestalla tuvo fases brillantes. Dejó un puñado de goles (11), algunos de gran factura. En el Zaragoza ha dejado buenas sensaciones actuando por su perfil natural (porque tiene desborde hacia fuera) y también desde la derecha.

En el filial encontró su mejor rendimiento rompiendo en diagonal y buscando el ángulo de la portería rival, gracias a su golpeo de zurda. Álex es un jugador ideal para el ataque rápido, para morder al espacio y galopar en transición. ¿Por qué no juega más? Primero, porque Víctor no utiliza futbolistas específicos para jugar por banda. El míster mete mucho centrocampista y mediapunta. Los extremos son una alternativa. Segundo, por la competencia de peloteros como Alberto Soro, Kagawa y ahora Burgui. Tercero, porque Blanco es un chico eléctrico, tiene cambio de ritmo para el ataque, pero tiene conceptos por afilar. Con 21 años, tiene margen para el salto.

En estos meses se ha metido en la dinámica del vestuario, ha demostrado implicación en la misión del ascenso. Le falta regularidad, pero también tiene que ver con su rol... Víctor le está exprimiendo como revulsivo. En El Sardinero, ante el Racing, salvó en el empate en el 90. Si sube a Primera, se convertirá en jugador del Zaragoza; el club maño firmó una cesión con opción de compra obligatoria para ese supuesto. El Valencia CF podría recomprarlo después. Si no suben, Álex regresaría a la disciplina del Mestalla, pero habría que revisar su situación; termina en 2021. Por ahora, se mueve a una buena velocidad.

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