El fútbol no puede comportarse como si estuviera confinado en una burbuja. El Valencia lo tiene claro y, desde esa perspectiva, se prepara para cualquier escenario. El club no escapa a la realidad: el mercado va a estar condicionado por el impacto tremendo de la crisis del Covid-19. Las grandes operaciones van a ser un poco más complicadas y el contexto reclama responsabilidad, imaginación, conocimiento y determinación. Pese a todo, el objetivo es mejorar y resolver cuestiones pendientes. En esa dirección, la defensa es una línea marcada en la planificación. La operación para elevar el nivel de la retaguardia está en marcha. Primero, porque se busca un lateral derecho. Segundo, por la voluntad de reconocer los méritos de José Luis Gayà. Tercero, porque una de las apuestas -fuertes- está en firmar un central joven para el perfil zurdo, como Diogo Leite. Cuarto, por la caducidad en los contratos de Ezequiel Garay, Alessandro Florenzi y Jaume Costa. Y quinto, por la situación, distinta, de Mangala y Mouctar Diakhaby.

En el lateral derecho, el punto de partida está en la confianza total de la dirección de fútbol en Cristiano Piccini. Claro que la lesión genera cierta incertidumbre, pero la balanza se desequilibra a su favor por cualidades y por mentalidad. Wass es un comodín ideal para redondear cualquier plantilla; cuenta para todo. Thierry Rendall Correia saldrá seguro, traspasado o cedido. Pese a la inversión realizada en su incorporación, los responsables están convencidos de que no se va a perder dinero con el joven portugués, internacional Sub-21. Claro que hoy pesan más sus desajustes, pero también tiene características para terminar cuajando en un elemento aprovechable. César quiere apuntalar la demarcación. Eso es seguro. Florenzi no ha tenido margen para reivindicarse, que era uno de sus propósitos. Su versatilidad es un plus, pero tiene una ficha considerable (a la altura de sus estatus) y quiere contar con la garantía de competir en igualdad de condiciones. En la Roma lo tiene difícil con Fonseca. Su futuro está en Mestalla o en Italia, donde clubes como la Fiorentina estarían encantados de abrirle las puertas del Calcio.

Liderazgo tranquilo

En la operación Pilar Defensivo, hay dos futbolistas estratégicos: José Luis Gayà y Gabriel Paulista. El brasileño cumplirá 30 años en noviembre de 2020 y está en la etapa más redonda de su trayectoria. Representa la experiencia y el compromiso. Lo mismo que Ezequiel Garay. A su manera, también es un líder activo. El argentino no está en ebullición, pero es otro punto firme y la sintonía para su renovación era buena, confirmado por el club... hasta la lesión de rodilla. Claro que camina hacia los 34 años, pero su rendimiento y su continuidad en las tres últimas temporadas deberían ser garantía, siempre que haya equidistancia.

Garay ha formado una gran dupla con Paulista y también lo ha hecho con Mouctar Diakhaby. La valoración del francés (23 años) incluye la eliminatoria ante la Atalanta, por supuesto, pero también pesa el contexto: tuvo que competir sin la guía fundamental de Gabriel y de su mejor socio, Garay, básico para encontrar su versión más ordenada y serena. En verano, el Valencia CF rechazó una oferta importante del Wolverhampton (40 millones de euros). En invierno, su nombre se puso en el mercado. En el momento clave de su trayectoria valencianista, Mouctar, no ha dado ese paso al frente esperado tras unos meses de evolución. Hay está la duda, reversible. Eliaquim Mangala ha hecho evidentes sus limitaciones después de dos temporadas marcadas por los problemas físicos.

Leite responde a un perfil

Diogo Leite advierte una intención y un perfil muy concretos. El club busca un central joven, al que se le supone una proyección importante, zurdo si es posible, para realizar una apuesta, grande a nivel proyecto. El central portugués del Porto es la opción que más gusta o una de las que más gusta, pero no es la única. La vía Diogo Leite arroja luz directa sobre la orientación a corto plazo de Mangala.

A la hora de buscar un sustituto en clave segunda vuelta por la lesión de Garay, la intención del club siempre fue la de no comprometerse con ningún jugador más allá de lo que restaba de temporada, con la idea de no hipotecar la planificación de la 2020/21. Por eso, no se dio el paso para fichar -por ejemplo- a Zou Feddal (Betis). Invertir en un 'parche' para restar margen económico y espacio para una apuesta estratégica a futuro se consideró y se considera un error. Por eso, tampoco se atacó la opción Javi Sánchez (Valladolid/ Real Madrid).

El regreso del lateral izquierdo

Gayà es el estandarte. En el lateral izquierdo el espacio está repartido de manera clara. Hay una pista determinante: en diciembre, cuando Osasuna cerró la cesión de Toni Lato, quiso sumar una opción de compra. El Valencia rechazó la posibilidad porque confía en el zurdo de La Pobla de Vallbona y lo contempla como competencia de Gayà en el curso 2020/21. Ya sucedió algo similar en verano, cuando la propiedad condicionó la operación de Mateu Alemany con el PSV Eindhoven y la dejó en préstamo seco, en lugar de traspaso con recompra. También habrá que tomar una decisión con Álex Centelles (Famalicao). Jaume Costa ha sumado siempre, en el campo y en el vestuario, desde la entrega total. Llegó cedido y tiene una temporada más en el Villarreal. Esa es la hoja de ruta... Más allá de los números y de los goles encajados se busca un salto, después, los caminos del mercado son inescrutables.