Convertir esta crisis mundial del coronavirus en un gran aprendizaje y un periodo para la reflexión que refuerce a las personas y a los grupos de trabajo como el del Valencia. Jaume Domènech comparte esta teoría al cien por cien. El 'gat' de Almenara está sufriendo como un valenciano más la pandemia confinado en Almenara junto a su pareja y sus hijos de solo dos meses. El portero se ha quedado sin poder disfrutar del fútbol y del día a día con sus compañeros en la ciudad deportiva de Paterna. Sin embargo, prefiere quedarse con el lado bueno de las cosas. Es optimista por naturaleza, cree en la superación como pocos, es un ejemplo de esfuerzo y fortaleza mental y está convencido de que esta crisis mundial va a hacer «más fuerte» al Valencia.

Jaume cree que la crisis ha unido todavía más si cabe a la plantilla. Reconoce que están en permanente contacto con Albert Celades, así como con el resto de la plantilla. Como capitán ve al equipo «implicado» y confía en luchar con más hambre que nunca por el único objetivo vivo de la temporada que es la clasificación para la Champions en el caso de que se reanude la competición. «Creo que vamos a superar esta situación complicada y esto nos va a hacer más fuertes. Estamos en contacto diario con jugadores, técnicos... y veo a todo el mundo implicado, comprometido y concienciado y esto va a generar unas ganas muy fuertes de volver con mucha hambre para conseguir los objetivos».

El portero reconoce que echa de menos los entrenamientos con el equipo, pero explica que sigue al pie de la letra el plan de trabajo marcado por el preparador físico Javier Miñano y en su caso el preparador de porteros José Manuel Otxotorena. «Echas de menos entrenar con el equipo y con los compañeros, seguir las directrices del entrenador todo se echa de menos, pero en casa tengo un pequeño gimnasio en el que entro casi todos los días, algunos días también entreno en el jardín, tocó balón, hago ejercicios de portero para no perder la forma. Intento adaptarme al momento que estamos ahora con mi rutina diaria. Intento cuidar mucho la alimentación y mantenerme en forma para cuando vuelva la competición estar lo mejor posible».

Jaume, como segundo capitán del equipo, está muy pendiente de la actualidad deportiva y de las reuniones con LaLiga, la RFEF. Quedan once jornadas y a Jaume le gustaría jugarlas al lado de la afición siempre y cuando se garantice la salud de todos. «Como pasa con el equipo, también creo que la afición, la gente que nos sigue, el no poder ver estas semanas a su equipo, hará que vuelva con más ganas a Mestalla. Y esa conexión será muy buena para que todos juntos consigamos los objetivos». La plantilla está convencida de que están a tiempo de todo para alzarse con una de las cuatro primeras plazas. La experiencia de la temporada pasada les ayuda a creer y seguir entrenándose al máximo de intensidad porque quieren aprovechar esa oportunidad.

El día a día de Jaume en su confinamiento particular no solo es fútbol y entrenamientos. El portero acaba de ser padre de dos niños pequeños de dos meses y pasa mucho tiempo con ellos. El primer día que se levante el estado de alarma por el gobierno español y tenga libertad para salir de su casa ya tiene claro lo que hará con ellos. «El día me da para poco más porque tengo dos niños pequeños de dos meses y estamos todo el día con ellos, que también hay que dedicarles mucho tiempo y llevan mucho trabajo. Quiero disfrutar de mis nenes en la calle porque nacieron hace dos meses y han estado muy poco en la calle. Me apetece salir, dar un paseo, estar al aire libre y que disfruten del clima tan bonito que tenemos en Valencia», concluía el portero.