El Valencia CF de Albert Celades tiene un serio problema en estado de hibernación: la fragilidad de su sistema defensivo. La principal asignatura pendiente, para cuando regrese la competición, de un equipo que no puede trabajar conceptos tácticos sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Paterna desde el viernes 13 de marzo. Entonces los servicios médicos del primer equipo enviaron para casa a futbolistas y cuerpo técnico ante la amenaza creciente de la pandemia del coronavirus. Tres días antes, el 10 de marzo, el Valencia había perdido en Mestalla frente la Atalanta recibiendo otros cuatro goles por parte del conjunto del norte de Italia, que certificó el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Aquellas cuatro dianas, todas marcadas por el delantero esloveno Josip Ilicic, aumentaron la preocupante cifra de goles en contra hasta los 59. Detrás del número florecen las consecuencias del cambio de modelo futbolístico que Peter Lim emprendió en julio de 2019 por discrepancias en la dirección deportiva con Mateu Alemany y Marcelino García Toral. Precisamente, a su llegada al club a mediados de 2017 el entrenador asturiano se propuso como objetivo prioritario el de reducir la cantidad de tantos encajados del año precedente. El Valencia de Pako Ayestaran, Prandelli y Voro recibió 65 goles en 38 partidos de Liga. 73 añadiendo cuatro encuentros más en la Copa del Rey. Una media cercana a los dos por partido (1.73).

El Valencia construido desde el banquillo por Marcelino resolvió el problema. En la temporada 17/18 el equipo encajó 46 goles en 46 partidos de Liga y Copa. Únicamente 35 en la pasada Liga, y 59 a lo largo de 61 duelos oficiales que engloban también la Liga de Campeones, la Copa y la Europa League. Por debajo del gol por partido (0.96). La estadística demuestra como la solidez defensiva significó los primeros pasos en el camino hacia un bloque competitivo que terminó cosechando dos clasificaciones consecutivas para la Liga de Campeones y el título de Copa en el centenario 2019.

En la actual temporada, pendiente de que en mayo el Gobierno pudiese levantar el estado de alarma, el Valencia ha alcanzado ese mismo número de goles en contra (59) en apenas 39 partidos oficiales. Es decir, en 22 menos que al finalizar la campaña 2018/19. Jasper Cillessen y Jaume Domènech han visto demasiadas veces perforada la portería blanquinegra. Más de un tanto y medio por partido. Si la temporada anterior únicamente Atlético (3) y Arsenal (3 y 4) fueron capaces de marcar tres o más goles al Valencia, en esta 2019/20 el equipo de Celades le ha pasado hasta en diez de los 36 partidos con el técnico catalán al frente: Barcelona (5), Getafe (3 y 3), Ajax (3), Osasuna (3), Real Madrid (3), Mallorca (4), Real Sociedad (3) y Atalanta (4 y 4).

Días antes de la suspensión de las competiciones deportivas, el Valencia vivía un drama defensivo que deberá solucionar en busca de una plaza entre los cuatro primeros. No es de extrañar que Peter Lim se replantee una reconstrucción en el centro de la defensa, donde desde hace meses que no cuenta para el futuro el francés Eliaquim Mangala.

Y encima las lesiones

Las lesiones han incidido en la problemática de un Valencia que no ha sabido defender los ataques rivales como un colectivo bien organizado. Además, las dolencias musculares en la zona del '6' de Coquelin y Kondogbia o la sanción de Gabriel en los choques ante la Atalanta hicieron todo más difícil. Sobre todo, la rotura del cruzado de Garay, que sigue sin renovar, el 1 de febrero ante el Celta.