Geoffrey Kondogbia suena como figura de mercado en el universo Premier League y el runrún advierte de que algo se está cocinando. Es producto de la rumorología propia del fútbol y de alguna lectura precipitada. Hoy, todavía es pronto para hablar de decisiones tomadas, incluso resulta prematuro entrar en el terreno de las intenciones. Otra cuestión son las necesidades, que existen. No hay duda. Después, la posición del Valencia CF está clara: Kondo es importante y tiene valor de hombre importante.

Todo tiene un precio, obviamente, pero la tasación está a la altura de esa condición. Durante la ventana de invierno hubo opciones de hacer negocios y el Valencia CF cerró la puerta de salida para el centrocampista con el objetivo de priorizar exclusivamente lo deportivo, la Champions y LaLiga. Esta es la última referencia viva sobre el caso. El mensaje de fondo corre en paralelo al que quedó con Rodrigo, en los intentos frustrados a cargo de Atlético y FC Barcelona.

La planificación está sujeta a varios escenarios, pero, más allá de la clasificación o del impacto final del Covid-19 en los números, en el núcleo de la hoja de ruta del Valencia CF está la necesidad de una gran venta... una, dos o más. Con Kondogbia sucede como con otros miembros infravalorados de la plantilla, parece fácil echar cuentas con él, pero atención; en el caso del centroafricano la letra pequeña marca la diferencia. De partida, cualquier hipotética operación está condicionada por contrato.

Como siempre, hay dos partes fundamentales: la voluntad Kondogbia y la estrategia del club. También hay una tercera pata determinante, la calidad de la oferta del posible comprador, en dos vertientes: estatus -económico y deportivo- para el futbolista y ese volumen de ingresos importante para el Valencia CF, que no es sencillo de asegurar, pese a las expectativas y el perfil del protagonista.

El 25% de la plusvalía es para el Inter

El pasado resulta sustancial ahora. Verano de 2017, Alemany estaba empezando a ponerse en forma, pero fue capaz de firmar una operación de categoría. El fichaje de Geoffrey Kondogbia cristalizó gracias a la apuesta -fuerte- del jugador, a la táctica de su agente (Daniel Pérez) y a la capacidad en la negociación de Mateu, con la carta ganadora de Joao Cancelo. Juntos consiguieron resolver el laberinto planteado por el Inter de Milán, por su maraña de ejecutivos y por el candado emocional que trabajó Luciano Spalletti.

El fichaje fue casi perfecto: cesión, opción de compra no obligatoria y la posibilidad de asegurarse por 25 millones de euros al centrocampista total deseado por Marcelino, que en 2015 había sido firmado por una cifra alrededor de los 40 millones, bonificaciones incluidas para el Mónaco. El fichaje fue casi perfecto y el casi viene directo de Mateu Alemany. Al entonces director ejecutivo le quedó una espinita clavada: los nerazzurri se reservaron el 25% de la plusvalía en una venta futura. El pico es una dificultad añadida a la hora de hacer caja con el centrocampista. Esa parte de todo lo que pueda llegar por Geoffrey -siempre por encima de los 25 millones de euros- irá directo a las arcas del Inter.

Consciente de lo que podía restar a futuro, Mateu intentó renegociar esa cláusula cuando los interistas trataron la compra -no completada- de Joao Cancelo, el director general trató de utilizar ese 25% sobre Kondogbia. Los italianos aceptaron la cesión, pero condicionaron el negocio futuro del Valencia y del jugador. El ejercicio es sencillo, si el club X pone 25 millones de euros sobre la mesa, el Valencia recibe los 25, pero, ante cualquier cantidad superior toca hacer reparto.

El CIES Football Observatory fija el valor de mercado de Kondo en 15 millones de euros. Es una referencia, que se queda muy corta respecto a la cifra que encendería la luz verde en Mestalla. Tras dos temporadas de fogonazos, marcadas por las lesiones, no es fácil que llegue esa propuesta ideal para las partes. Hablar de amortizaciones, de 20 o de 40 millones es ciencia ficción. Pueden ser más o menos. Vender caro, diversificar y reinvertir en un futbolista que asegure los mínimos del francocentroafricano también es una misión compleja.

El paso al frente de Kondogbia

Geoffrey está contento en València y en el Valencia CF. Hasta la fecha, nunca se ha planteado otra realidad que no sea la de jugar en Mestalla. Su compromiso se defiende con hechos. Empezando por su fichaje, cuando también rebajó su sueldo. En el Inter tenía una ficha más alta, pero pudo más su ambición, el proyecto del Valencia CF y el objetivo de volver a disfrutar con el fútbol. Otra cuestión es lo evidente. El jugador trabaja para ser importante, pero -en ocasiones- no se ha sentido correspondido, ha faltado continuidad. Parece que siempre se le exige un poco más. Kondogbia (27 años) firmó hasta junio de 2022, con una cláusula de 80 millones.

Las partes han llegado a un punto donde tienen que reforzar sus vínculos y blindar la apuesta. El club tiene que tomar una decisión, determinante: renovar su confianza o traspasar. Hay margen para decidir... pero no tanto. Preparar el medio plazo marca la diferencia.

Obligados a revisar las cláusulas

Está recogido por escrito. Su situación quedó pendiente de revisar con vistas al mercado de verano de 2020. Algunos puntos del contrato, cambian. Las cantidades descienden. Entonces, pedir más de 25-30 millones será misión imposible. El propósito de la letra pequeña era 'forzar' un punto de inflexión: seguir creciendo -en todos los sentidos- de la mano del Valencia CF o producir un cambio, natural.

El plan de las partes era llegar a este punto mucho más fuertes. Con un Kondogbia dominante, listo para dar seguir ascendiendo en el escalafón y mejorar su estatus. Y con un Valencia CF firme, con capacidad para asegurarse la continuidad de un gran centrocampista o para generar ganancias.

El Valencia, siempre como prioridad

Kondogbia está en condiciones de esperar para tomar la temperatura y decidir con más perspectiva y libertad dentro de un año, todavía con 28 años. Su objetivo a corto plazo está en ayudar y recuperar su mejor versión. Todo son hipótesis cuando ni siquiera está resuelto lo importante: el estado de emergencia global desencadenado por el Covid-19. Luego, tendrá que volver la competición... tendrá que llegar una oferta formal.

LaLiga le brinda el marco ideal para que su fútbol alcance su máxima expresión. Ya triunfó en Francia y no cuajó en Italia, pero más por cuestiones contextuales que por cualidades. La Premier está plagada de jugadores con su patrón, pero tiene encaje, sobre todo, económico. Es cuestión de hacer balance: qué ha dado, qué puede dar y a costa de qué precio. Lo sucedido con Ferran Torres también marca tendencia. Anticipar es clave.

Política del Tottenham, política de 'Mou'

Kondogbia considera que en el Valencia CF ya está en un club grande, sólo lo dejaría para dar un gran salto. ¿El Tottenham? Cuadría, sí y no. Geoffrey ha podido fichar por los Spurs o aterrizar en Londres en otras ocasiones y luego no se ha movido de Mestalla. Además, la política deportiva del Tottenham va dirigida hacia objetivos tipo Gedson Fernandes o Steven Bergwijn (21 y 22 años). Sin embargo, también cuentan los intereses de José Mourinho, su empeño por contar con jugadores contrastados en la élite, en su propósito de paliar las carencias en la sala de máquinas. Y cuentan los intereses de Jorge Mendes, que tiene su peso en el norte de Londres y en otras plazas de Inglaterra. Eso también forma parte de la película.

De momento, la rumorología ha cumplido con su cometido: introducir y revalorizar el nombre de Kondogbia dentro de la galaxia Premier League, sin embargo, también ha generado sospechas en un momento donde las prioridades del futbolista son otras, muy distintas. El jugador ni quiere debates ni los necesita. Kondogbia fue una apuesta muy fuerte para el Valencia CF y el Valencia CF fue una apuesta muy fuerte para Kondogbia. La propiedad continúa en la base.