A día de hoy, el plan del Gobierno es que los estadios no vuelvan a abrir sus puertas al público hasta el próximo año, 2021. El miércoles la presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, avanzó ya en una entrevista a TVE1 lo que el Ejecutivo ha comunicado extraoficialmente a la Liga. "Será bastante complicado que podamos volver a ver congregaciones de personas en los estadios, probablemente, hasta que no haya una vacuna", comentó Lozano. Se prevé el fin de la temporada, pero sin espectadores.

En febrero la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba entre 12 y 15 meses el tiempo necesario para contar con una vacuna efectiva frente a la pandemia del coronavirus. En las últimas horas la previsión de la existencia de la vacuna que hace la farmacéutica Roche, la más importante del mundo, es aún más pesimista: Finales de 2021. En función del calendario sanitario marcado para frenar la expansión del Covid-19, parece cada vez más difícil que Mestalla y los demás estadios españoles puedan recibir espectadores al menos hasta dentro de un año, hasta la primavera de 2021.

El feudo de la Avenida de Suècia no abre sus puertas a la afición desde el partido Valencia-Betis del pasado 29 de febrero, día en que los de Albert Celades ganaron 2-1 gracias a los goles de Gameiro y Dani Parejo. Después, los blanquinegros se midieron a puerta cerrada a la Atalanta en la Champions. Es decir, según los planes del Ejecutivo, el valencianismo podría estar un año sin ver a su equipo como local. Un paréntesis de estas dimensiones no se recuerda desde la Guerra Civil. Entonces, Valencia estuvo más de año y medio sin albergar un partido de fútbol por culpa del alzamiento militar contra la II República. Hace hoy más de 62 años, en octubre de 1957, la riada dejó a los valencianistas durante dos meses sin poder jugar en casa.

Valencia-Atalanta, del 10 de marzo, el último partido que se pudo jugar... ya sin público en MestallaPérdidas cercanas a los 14 millones de euros

Las pérdidas económicas, por otro lado, serán tan significativas como las emocionales. Los clubes son conscientes de que el fútbol con el único protagonismo de los jugadores sobre el césped, sin la pasión de los aficionados en las gradas y la mercadotecnia que generan, repercutirá en la ausencia de ingresos en conceptos como taquillas, abonos y localidades VIP. Sin olvidar la incidencia negativa que tendrá sobre los diferentes patrocinadores del club la no asistencia de potenciales clientes a los estadios.

El Valencia CF en Mestalla: Levante, Osasuna, Athletic, Valladolid y Espanyol. Uno de los planteamientos es un descuento en el pase del próximo año, aunque la alternativa se vuelve sumamente complicada de encajar con un panorama en el que se prevé partidos a puerta cerrada, al menos, hasta febrero de 2021. Para su nueva campaña de abonos, el Valencia está también pendiente de cómo se resuelva la participación en competiciones europeas. En las últimas dos campañas, con el equipo en la Champions, se ofertó un Abono Total.

En términos de estimación, atendiendo a las cantidades presupuestadas en noviembre para esta temporada 2019/20, las pérdidas para el Valencia CF al no tener afición que le respalde sin venta de entradas ni abonos efectivos hasta entrado 2021 serían de unos 14 millones de euros.La riada del 57 y la Guerra Civil

Previsiblemente, la afición no podrá ver a su equipo en vivo durante un año. Hay que retroceder hasta 1957 para encontrar un tiempo en el que otra desgracia impidió a los seguidores disfrutar de su Valencia. Aunque, por entonces, fue un fenómeno local y la duración sin partidos únicamente en Mestalla se acotó a dos meses. La noche anterior a la riada del 14 de octubre el Valencia había jugado en San Sebastián frente a la Real Sociedad. Allí pernoctó al conocer las desoladoras noticias que había dejado el agua desbocada, 81 muertos, casas arrasadas e infraestructuras muy afectadas. Entre ellas, Mestalla. El campo quedó totalmente anegado y las sillas de madera arrancadas invadían la hierba inundada.

La siguiente jornada en casa, frente al Sporting, se aplazó a final de año, y el Valencia tuvo que encadenar otros cinco partidos a domicilio en lo que fue uno de los peores inicios de Liga que se recuerdan. Se cayó al último lugar de la tabla y la alegría no volvió hasta que el valencianismo pudo citarse de nuevo en un estadio reestablecido. El 8 de diciembre se le ganó 3-1 al Zaragoza. Los aficionados no habían visto al equipo de Luis Miró desde el empate a dos con el Real Madrid del 6 de octubre.

Más tiempo estuvo el público sin poder acceder a Mestalla como consecuencia de la Guerra Civil (1936-1939). Cerca de dos años sin fútbol en ninguna esquina del mapa español. Entre noviembre de 1936 y octubre del año siguiente València se erigió en la sede del gobierno republicano. Con la guerra en marcha el estadio del Valencia acogió varios partidos de la Copa de la España Libre, incluso un par de partidos de Regional contra el Levante y el Gimnástico en octubre y noviembre de 1937. Hasta ahí. Durante varios meses el estadio pasó a servir de campo de concentración, y depósito de chatarra y otros materiales. El fútbol no regresó a un estadio con graves desperfectos hasta junio de 1939. El día 18 se enfrentaron el Recuperación de Levante, donde destacaba un goleador vasco llamado Mundo Suárez, y Osasuna. Un día más tarde fue el Valencia CF el que jugó contra los navarros.