El Valencia CF también pasa de fase. La primera semana de trabajo ha dejado un balance positivo, sobre todo, en sensaciones; también en respuesta física. El cuerpo técnico está satisfecho con lo que ha podido comprobar y el tono de la plantilla es estupendo, dadas las circustancias. Salvo excepciones, los jugadores están muy bien de peso. Por encima de todo, están con ganas de entrar en competición, obviamente con unas garantías mínimas. Contagios, en principio, cero. Lesionados, sólo uno: Ezequiel Garay, que ha entreado en su cuarto mes de recuperación.

La política en esto primeros días ha sido de riesgos cero Se va a subir un peldaño en intensidad. Esta próxima semana va a ser más importante. La garantía es el trabajo previo, muy bueno, pese al contexto, condicionado, por los entrenamientos individuales, porque para muchos significaba volver a pisar el césped y poder golpear el balón con fuera de cuatro paredes.

Las sesiones de entrenamiento han sido maratonianas en la ciudad deportiva. Celades y su cuerpo técnico empezaban a las nueve y terminaban pasadas las 14:30 horas. Todavía no comen en Paterna. Tras dos meses de confinamiento, lo más importante era no perder a nadie en estos primeros días. Un poquito de agujetas, ligeras sobrecargas... lo lógico. La plantilla descansa el domingo y el lunes empezará a acelerar. La radiografía será más precisa dentro de unos días.

Celades, próximo al jugador

El míster ha mostrado su versión más cercana y dialogante en estas primeras jornadas. Nada fuera de los normal, porque las imágenes son habituales. En estos días ha charlado con varios jugadores. Ayer se le pudo hablando con Ferran Torres.