Es Romario de Souza Faría, el fichaje que desbordó la ilusión en el Valencia CF hace casi un cuarto de siglo. Hoy senador por el estado de Río de Janeiro, uno de los grandes delanteros de la historia siente nostalgia de las celebraciones de los más de mil goles que anotó durante su dilatada carrera deportiva. Uno de ellos muy especial y siempre en su recuerdo, como lo demostraba una vez más este domingo en las redes sociales.

"Echo de menos celebrar un gol, ¿eh, chicos? Echa un vistazo al que marqué para el Valencia contra el Atlético de Madrid en el 97. Modestia aparte, fue un gran gol", es el mensaje que escribía Romario en su cuenta de twitter acompañado del vídeo de aquel auténtico golazo.

Era la noche del 7 de agosto de 1997, día de la presentación del Valencia CF en Mestalla. Un partido ante el Atlético de Madrid que estaba a punto de concluir con empate a cero, pero lo mejor estaba por llegar. En el minuto 89, Romario recogía el despeje de un defensa, se acomodaba la pelota con el primer toque, el segundo fue para levantarla y a continuación conectar una extraordinaria volea potente y colocada que se colaba junto al poste de la portería que defendía Molina. Un auténtico lujo.

El mítico brasileño, campeón del mundo en Estados Unidos 1994, anunció su retirada definitiva del fútbol en 2008 a los 42 años de edad. Fichó por el Valencia CF, aunque en todo ese tiempo apenas llegó a participar en once partidos oficiales con el equipo en los que, eso sí, aprovechó para sumar cinco goles a su larguísima lista.

Su llegada estuvo a punto de provocar la dimisión de Luis Aragonés, que no contaba con él, pero Paco Roig impuso entonces su criterio y se trajo de Brasil al ex del FC Barcelona. De hecho, a los pocos meses de estar en València pidió marcharse cedido al Flamengo debido a sus discrepancias con el entrenador. Al año siguiente, regresó con Jorge Valdano en el banquillo del Valencia CF dispuesto a triunfar, pero una inoportuna lesión en pretemporada tras marcar un gol en el Trofeo Naranja, la posterior destitución del técnico argentino y la llegada de Claudio Ranieri acabaron con el sueño de muchos aficionados de verlo triunfar en Mestalla.