Este sábado el Valencia CF Hasta la fecha la última vez en la que el equipo había podido pisar la hierba de Mestalla fue el 10 de marzo, cuando concluyó a puerta cerrada la eliminatoria de octavos de final de la Champions frente a la Atalanta.

Pocos días después, el 13 de marzo, la plantilla se confinó en casa como todo el país para luchar contra la expansión de la Covid-19. No fue hasta el 9 de mayo cuando, por fases progresivas, el Valencia pudo volver a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Paterna.

Ahora, a falta de una semana del comienzo de la Liga ante el Levante, precisamente en Mestalla y también sin espectadores, el grupo de Albert Celades de la Liga: un entrenamiento de alta intensidad en el coliseo de la Avenida de Suècia.

La plantilla de jugadores se moría de ganas por volver a sentir las sensaciones y el tacto de la hierba de Mestalla. No han dudado en expresarlo en redes sociales después de la sesión, un ejemplo es el tuit de Carlos Soler: "¡Lo estábamos deseando! Casi tres meses después, por fin hemos podido pisar nuestra casa".

Lo cierto es que los momentos previos al entrenamiento de este sábado recordaban la liturgia de los partidos: vestuarios, salida por el túnel y los rituales de cada jugador: agacharse para tocar la hierba, entrar con el pie derecho, no pisar las líneas€ y ya en el campo, antes de empezar a trabajar, una mirada a la inmensidad de las gradas. Sin público.

La vuelta a Mestalla

La vuelta a Mestalla

"Así parece más grande", decía alguno de los jugadores con la mirada al cielo, tratando de acostumbrar los ojos al sol y coger las referencias visuales de un campo que se conocen de memoria. En el terreno de juego las medidas son exactamente las mismas que en los de Paterna: 105x68. Y la hierba estaba perfecta.