Vuelve el fútbol a Mestalla, por fin. Y encima con plato fuerte: el Derbi que debería haberse jugado antes de que el mundo frenase en seco por la Covid-19. Tres meses de espera con el corazón en un puño por todo lo que ha pasado desde entonces. La honda incertidumbre y el caos sobre si volvería a rodar el balón desapareció el 18 de abril con los pactos de Viana en los que el Gobierno puso orden, Tebas se rascó el bolsillo y Rubiales bajó el lomo. Pero el estado de alarma continúa vigente y bajo ningún concepto pueden producirse aglomeraciones. Hay que verlo en casa.

Con todas las precauciones posibles para el primer evento post-pandemia en el cap i casal, Valencia y Levante se enfrentan este viernes a partir de las 22:00 a puerta cerrada en un campo convertido en una burbuja sanitaria para evitar contagios. Las gradas, incluso el palco, estarán vacías. Las bufandas y las banderas sustituirán a las personas. Arranca así una desconocida competición exprés de 11 jornadas en mes y medio en la que todo va a ser nuevo menos las urgencias de los equipos: las de la Champions para los de Celades; las de la permanencia para los de Paco López.

Es la luz al final del túnel aunque para la normalidad, incluida la 'nueva', todavía falta. El CSD ha bajado de revoluciones la pretensión de que el público regrese y, aunque no sería el primer giro drástico, de aquí al final de LaLiga los equipos tendrán que acostumbrarse a jugar con eco y a sentir el aliento de sus aficionados a distancia. El Valencia ya lo sufrió contra la Atalanta, encima con funestas consecuencias, mientras que para el Levante será su primera vez a solas. Y los aficionados, desde sus casas o un bar, se estrenarán con el ambiente virtual. Que Mestalla acogiese a los granotas durante su mudanza por las obras del Ciutat fue una posibilidad que no cogió vuelo, pero ambos clubes sí que se han unido para la ocasión alrededor del lema "LevantemosValencia". Pese a lo mucho que hay en juego, especialmente en el apartado económico, el simbolismo del partido no admite discusión.

Problemas en la defensa

El Valencia vuelve con la vitola de ser un equipo invencible como local y habiendo puesto distancia, al menos temporal, con las malas sensaciones de un año que ya estaba siendo horrible antes de la pandemia. Entre Garay y Ferran el día a día del club sigue siendo un hervidero, aunque por contra los decibelios alrededor del cuestionado Celades han bajado sin partidos de por medio. El parón ha suavizado pero no resuelto otros problemas. "No lo escondemos, es una obviedad, hemos encajado más de lo que nos hubiera gustado por diferentes circunstancias, no por una concreta. Si queremos estar más arriba es la principal cosa que tenemos que mejorar", dice Celades.

El panorama para conseguirlo no es el más alentador. Las lesiones siguen siendo un quebradero de cabeza y lo mínimo es cruzar los dedos por lo que pueda venir. Así que el carrusel de partidos invita a no forzar con Gabriel Paulista. Al final después de Florenzi no llegó un central, por lo que Diakhaby, Guillamón y Mangala se quedan solos ante el peligro. Que el parón haya servido para resetear a Diakhaby, protagonista muy a su pesar, puede ser una de las mejores noticias para los blanquinegros. Lo mismo que con Guedes, favorito por delante de Ferran Torres tanto por los puntos en la rodilla del canterazo como por la necesidad de poner en valor al portugués.

A nueve puntos del objetivo

Más asequible que el objetivo de la Champions para el Valencia es el de la permanencia para el Levante, lo cual no significa que los granotas vayan a vender la piel del oso. En Orriols, donde calculan que con nueve puntos sería suficiente, causa mucho respeto la respuesta del equipo después del parón. Es un misterio, como para todos, la adaptación a la nueva realidad, todavía más con la mudanza forzosa a La Nucía, donde los jugadores se han estado entrenando estos días para aclimatarse. "Es un gran reto y sería una fuente de motivación importante ganar por primera vez en Mestalla al Valencia y supondría tanto para nosotros y nuestros aficionados a nivel anímico sería un chute importante de energía", dice Paco López.

Para el técnico de Silla la mejor noticia es haber recuperado por el camino a tres futbolistas que se habrían perdido el Derbi en marzo. Rochina y Radoja, dos de sus puntales, están en condiciones de ser titulares. Con cinco cambios de los que echar mano también podría recurrir a Hernani desde un banquillo con la única baja de Iván López y sin sancionados. En el recuerdo, aunque parece que haya pasado un siglo, el partido de la primera vuelta en Orriols. Un 2-4 marcado por la efectividad de Gameiro y Rodrigo y una defensa granota cogida con pinzas. Lo de este viernes será un partido como otra de Liga.