El Valencia CF había conseguido lo más difícil, que era remontar al Granada en cinco minutos locos. Los tantos de Vallejo y Guedes superaban al de Carlos Fernández, pero llegó una falta al borde del área. Fede Vico se dispuso y disparó, abriéndose la barrera valencianista de manera absurda y permitiendo que el conjunto nazarí mandara al limbo gran parte de las pocas opciones de Europa que quedaban en juego.