Dos partidos con Voro y dos partidos con distintas parejas en el sector axial de la defensa. Resultado: dos goles encajados ante el Athletic y otros dos ante el Granada, un punto sumado. Uno de los objetivos principales ha sido hacerse fuertes desde atrás, pero los problemas estructurales y los momentos de forma son peso muerto. Los 50 goles encajados son cuestión de equipo. Los errores en zonas donde no pueden suceder y en momentos donde no pueden darse han sido y son una ventaja para el adversario. Los números son más propios de descenso que de Europa League.

Frente al Athletic, entró Mouctar Diakhaby y en Los Cármenes fue turno para Eliaquim Mangala. En ningún caso hubo progresión. Gabriel se mantiene como hombre fijo, pero la realidad es que tampoco está fino. Pese a su buena entrada en Primera, Hugo Guillamón se ha quedado en el banquillo. La intención de Voro es reforzar la lógica y corregir desequilibrios, pero sólo puede hacer malabares. Hugo ha tenido un respiro por el perfil de los adversarios y por estatus. Voro ha apostado por invertir en Mouctar Diakhaby y en Mangala, para que los dos franceses se sientan importantes. Pizarra e ingeniería de vestuario.

Cuestión de confianza

La gestión de Celades con la pifia de Diakhaby ante el Levante queda como errata simbólica. Sin olvidar que la acción fue difícil de digerir para todos, de entender y de explicar, como ya había sucedido en Champions ante la Atalanta. Voro es un tipo listo. La titularidad de Mouctar ante el Athletic -sorpresa- estuvo pensada para normalizar su situación tras la crisis, tuvo que ver con proteger la maltrecha autoestima del joven central (23 años). En Ipurua, Celades puso a Mangala con Gabriel. Desenlace: expulsión por exceso de ímpetu. Diakhaby no estuvo por lesión, pero contaba con opciones de entrar en el once. El motivo era similar: fuerza aérea y estrategia en clave recuperación... pese al riesgo al que se expone en cada partido. Mouctar tiene carencias y virtudes... que se han diluido por el descontrol propio y ajeno.

Mejorar su mercado

El propósito de rehabilitación también posee proyección externa. Mouctar tiene difícil sumar sobre el campo en estas condiciones y tiene difícil contribuir como hombre o pieza de mercado en los próximos meses. Salvo que alguien haga magia. Hace un año, el Valencia rechazó una propuesta de 40 millones procedente de Nuno, del Wolves. El central llegó hace dos veranos desde el OL por algo más de 15 kilos. La mejor versión de Diakhaby ha aparecido siempre de la mano de Garay (pausa y orden), condición que ya no existe. Como guía ya se ha visto que la opción buena es Gabriel, con quien también ha sido capaz de salir adelante con triunfos como en Ámsterdam o frente al Eibar, en Mestalla. En cuestión de sensaciones, Hugo ha acompañado mejor, ayudó a dejar la portería cero ante Osasuna y poco pudo hacer en Vila-real; ahora enlaza dos suplencias. Mangala viene de otra jornada sobre el alambre. La lesión de Gayà tampoco ayuda a estabilizar la línea. El equilibrio de fuerzas no es sencillo.