Se acerca el final de temporada y muchos de los jugadores que conforman el equipo del Valencia CF buscarán nuevos retos lejos de Mestalla. Jaume Costa es uno de ellos. Todo apunta a que el lateral valenciano abandonará el equipo tras finalizar su cesión y, por cosas del destino, el partido frente al Espanyol

Podría no haberlo sido cuando, durante un lance en el tiempo de descuento, el árbitro Prieto Iglesias rectificaba su primera decisión, mostrar amarilla a Costa, y expulsaba al jugador con roja directa tras consultar el VAR. Una decisión que deja con sabor agridulce al canterano, ya que, con la lesión de José Luis Gayà al que no se quiere forzar, él sería quien ocupara el lateral izquierdo en la 'final' por Europa que enfrentará el próximo domingo al conjunto valencianista con el Sevilla de Julen Lopetegui en el Sánchez Pizjuán.

El lateral valenciano, que llegó cedido el pasado mes de agosto procedente del Villarreal tenía una espina clavada por no haber podido triunfar en el club que lo crió. Diez años pasaron hasta que le llegó de nuevo la oportunidad de poder jugar en el equipo de su niñez. «He pasado toda mi infancia aquí y es un orgullo volver otra vez», afirmaba ilusionado el lateral el día de su presentación.

Con ocho años, Costa ingresó en la academia valencianista y fue escalando a través de las diferentes categorías hasta asentarse en el Valencia Mestalla. Incluso llegó a debutar con el primer equipo en 2008, en un partido de la UEFA ante el Brujas belga, y en el que se empató a un gol.

En 2010, fue cedido al Cádiz en 2ª División A y, tras finalizar el préstamo, dejó Paterna para enrolarse en las filas del filial del Villarreal. Diez años después de su salida, Jaume Costa volvía a su casa, en una temporada del equipo que ha dejado mucho que desear. Él no ha podido ni decir adiós a la afición en el coliseo de Mestalla, ya que las medidas sanitarias frente al coronavirus impiden la presencia de público en los estadios.