Mientras Peter Lim deshoja la margarita del próximo entrenador del Valencia CF, el equipo calienta motores para el cierre en el Sánchez Pizjuán de una temporada frenética y convulsa al mismo tiempo. El domingo Voro se despedirá de su sexta etapa en el banquillo apurando en el estadio del Sevilla. Imposible, desde hace semanas, el objetivo de encadenar tres años consecutivos en la Liga de Campeones -panacea económica en el fútbol moderno-, al Valencia no le queda más que suavizar ligeramente el impacto de este golpe en el presupuesto con un billete para la segunda competición UEFA, la Europa League.

La última oportunidad de los valencianistas, sin embargo, no pasa simplemente por ganar al Sevilla en Híspalis. Los de Voro dependen de los resultados de resultadosReal Sociedad de la Liga, respectivamente. El Villarreal que comenzará el 22 de octubre. La misma suerte correrá el que le acompañe como quinto o sexto, mientras que quien lo haga como séptimo tendrá que empezar el 17 de septiembre en la segunda ronda del torneo. Después le esperarán dos eliminatorias más, a partido único, para poder estar representado en el sorteo de la fase de grupos, que se celebrará el próximo 2 de octubre en Atenas.

Este domingo quedará definido quiénes son los dos acompañantes de los amarillos en la Liga Europa 2020/21. El Valencia puede ser séptimo e, incluso, sexto. Pero todo pasa por ganar, por sumar tres puntos. Si no se impone al Sevilla todas las posibilidades y probabilidades quedarán totalmente anuladas. Además del Valencia (53 puntos), los otros aspirantes -eliminado el Athletic de la puja tras caer en casa con el Leganés- son Real Sociedad (55) y Getafe (54), que salen con ventaja, y la revelación del actual curso, el Granada del vigués Diego Martínez (53). Precisamente, el conjunto nazarí es el único al que el Valencia ha podido ganarle el golaveraje particular en los dos duelos directos.

Kevin Gameiro revivió al Valencia con el gol del triunfo sobre el descendido Espanyol. Real Sociedad y Getafe fallaron, dejando abierta la lucha por la dos últimas plazas europeas entre los cuatro equipos. Aparte de la victoria en Sevilla, los de Voro necesitan que se cumpla, al menos, una de estas dos condiciones: La derrota de la Real Sociedad contra un Atlético que necesita un punto en el Wanda para garantizarse la tercera plaza, que se disputa ante el Sevilla, a dos puntos; o que el Getafe no gane en La Nucía al Levante, incapaz de moverse ya de la duodécima posición.

Para alcanzar el sexto lugar, al Valencia únicamente le vale el pinchazo doble, es decir, una carambola que incluya que la Real pierda en Madrid y también un empate o una derrota azulona en tierras alicantinas. Asimismo, para que los blanquinegros no se caigan definitivamente de Europa, si los de José Bordalás se imponen a los granotas, la derrota de los donostiarras sería condición 'sine qua non'. En el supuesto de que ganen o empaten con los de Simeone, a los de Mestalla les bastaría que el Getafe no sume los tres puntos.

En la mayoría de los triples empates el Valencia saldría perjudicado. Empatando con el Sevilla el triple empate a 54 puntos -conllevaría la derrota del Getafe y un empate del Granada en casa con el Athletic- dejaría a la Real sexta y séptimo al 'Geta', pues los madrileños suman más puntos que valencianos y granadinos en una liguilla compuesta por los enfrentamientos ligueros entre ellos tres. En cambio, si se dieran las tablas a 56 puntos entre Real Sociedad, Valencia y Granada, por la misma razón, los de Voro sí se colarían en la Liga Europa como séptimos.

La irregularidad de la temporada ofrece las mejores cartas para la última partida a la Real -le sirve un punto- y al Getafe. No obstante, pese a no estar bien, los estados de forma no juegan en contra del Valencia. Vascos y madrileños suman aún menos tras la cuarentena. Ellos tampoco son garantía de nada.

Duodécimo en la Liga poscuarentena

El Valencia CF buscará una catarsis absoluta en el Pizjuán. Además de un sitio en Europa, tratará de mejorar sus números posconfinamiento. En los últimos diez partidos, hasta 11 equipos tiene un mejor rendimiento. Curiosamente, como en las temporadas 15/16 y 16/17, cuando el equipo terminó duodécimo en la clasificación final tras un exagerado 'baile' de entrenadores en el banquillo motivado por el máximo accionista.