Optimista, vivo, alegre. Toni Lato ha vuelto a encontrarse con su mejor versión en Osasuna. Después de un primer semestre terrible en el PSV Eindhoven, donde Mark van Bommel le maltrató, la segunda cesión de la temporada en Pamplona ha sido un éxito. El Valencia va a recuperar a un futbolista más hecho, rodado, enchufado y a tope. Listo para competir con José Luis Gayà, que es el plan que siempre ha trasladado el club, a falta del voto del nuevo entrenador. En la mente del Valencia siempre ha estado un lateral izquierdo con Lato y Gayà.

El jugador ya está de vacaciones, tiene un viaje preparado con la familia, para desconectar y disfrutar con ellos después de un año de sensaciones encontradas, malas y buenas. Braulio -director deportivo rojillo- tenía un plan bien diseñado para el jugador y lo ha desmotrado. Osasuna lo ha 'rescatado'. En Pamplona están encantados con Lato, Jagoba Arrasate le ha dado confianza (lo conocía perfecto) y Braulio le ha dejado las puertas abiertas. Toni (22 años) también lo tiene claro: si, en el peor de los casos, el nuevo entrenador del Valencia prefiere otro lateral y tiene que volver a salir cedido, su primera opción es Osasuna. La ciudad, la afición y el club le han acogido de lujo, también ha conectado de maravilla con el vestuario. Todos están encantados con Lato y así se ha sentido en la despedida que las partes se dedicaron el lunes en redes sociales.

Empuje y seguridad

Lato está ilusionado con el Valencia, siempre al tanto de lo que pasa y vuelve con la seguridad que produce la confianza, el haberse sentido querido, con un rol importante. Todos los inputs que le han llegado es que cuenta para el curso 20/21, por eso, su objetivo ha sido entregarse para volver bien, para jugar bien, para recuperar sensaciones. Su llegada a Osasuna no fue fácil, al comenzar se lesionó y tenía la competencia viva de un cañón como Pervis Estupiñán. Balance: 8 partidos, 472 minutos y un gol para la historia.