El contexto y los accidentes no han ayudado para disfrutar del mejor Florenzi. El italiano (29 años) cierra etapa en el Valencia dejando sensación de tipo positivo y tenaz, poco más. Su huella deportiva queda lejos de las expectativas que generó su fichaje, potenciadas por el aura de capitano de la Roma. El italiano llegó cedido -como figura internacional- para impulsar una mejora en el lateral derecho que no ha llegado a producirse. La realidad es que ha estado por detrás de Wass, casi siempre, excepto en esta recta final en la que el danés se ha caído con estrépito. El balance carece de brillo. Cuatro victorias, ocho derrotas y dos empates, un estreno emocionante ante el Celta y sólo un fogonazo del auténtico Alessandro Florenzi ante Osasuna. Una muestra de lo que -seguramente- puede ofrecer si la dinámica y el equipo acompañán.

La expulsión ante el Getafe le cortó el rollo y la varicela le dejó seco de gasolina cuando precisamente apostó por el Valencia para coger ritmo y sentirse protagonista. El estallido del Covid-19 tampoco le ha ayudado a adaptarse y a coger el tono necesario para hacer sentir su personalidad y su determinación. Ha sido una cesión con demasiados obstáculos para que saliese bien. La misión de Florenzi era amortiguar la baja de Cristiano Piccini y la bisoñez de Thierry (al que se busca traspaso o cesión). Con Wass más la recuperación de Piccini, la plantilla 2020/21 parte con un mínimo suficiente en el lateral derecho, aunque es una demarcación abierta a la oportunidad de mejora. Su continuidad estaba vista para sentencia desde primavera, por la tasación de la Roma -desproporcionada para un jugador que no cuenta para Fonseca, el entrenador- y por su sueldo, de estrella. La diferencia entre inversión-rendimiento ha sido insalvable. No ha generado oportunidad para el debate.

El regreso a Italia y la 'Azzurra'

Su carta de despedida es gentil y amable. El tono no puede compararse con el de Jaume Costa por origen, por identidad y por sentimiento distinto. Florenzi regresa a Italia, donde tiene contrato con la Roma, pero lo natural es que cierre ciclo definitivamente para atender el interés de Fiorentina, Atalanta o Sevilla, donde le conocen (Monchi) y son conscientes de lo que puede ofrecer. Su idea es competir y mantener su rol en la selección italiana de cara a la Euro.