La situación de Diogo Leite estará mucho más clara en unos días. El central se mantiene entre las preferencias para reforzar la defensa y es consciente del interés del Valencia, pero todavía tiene una conversación pendiente con el Oporto. El portugués es una apuesta de club, que pretende un central joven, con buena salida de balón y con encaje en el perfil izquierdo. Leite (zurdo) cumple con los requisitos. El abordaje definitivo depende también de la tasación del Oporto. El fichaje está en pausa desde el mercado de invierno, cuando el futbolista estuvo a un paso. Ahora toca actualizar la posición de las partes.

Leite ha tenido el foco puesto en su equipo, en sumar para salir campeones de liga y en cerrar el curso con un histórico doblete. Por eso, casi todas las tramas de mercado que tenían que ver con salidas se han pospuesto... Esa ha sido la intención. Sérgio Conceiçao ha trasladado esa mentalidad. La final de Taça de Portugal -ante Benfica- se juega mañana por la noche en Coimbra (21:45 por Teledeporte) y servirá para bajar el telón de la temporada. Después, arrancará la rueda de reuniones entre club y futbolistas para aclarar el futuro. En el caso de Leite todo está abierto.

Las urgencias económicas

El central no es el único futbolista que puede dejar el Oporto. Corona, Otávio, Alex Telles, Danilo Pereira, Luís Díaz, Tiquinho Soares, Moussa Marega, Sérgio Oliveira... La entidad que preside Pinto da Costa necesita hacer caja para poder reforzarse y -sobre todo- paliar las necesidades económicas. Los canteranos, como Leite, son fuente de ingresos limpios y se habla de 180 millones en ventas. Ese es el destino más probable de Diogo. El central también espera garantías de Conceiçao; quiere competir en igualdad de condiciones por un puesto de titular, cuestión que parece difícil con Pepe, Mbemba y Marcano, aunque el español se recupera de una grave lesión de rodilla. Además, vuelve Diogo Queirós tras una buena cesión en Bélgica. La apuesta deportiva es clave. Por ahora no hay novedades sustanciales. La hoja de ruta está perfilada, pero el cambio de marcha llegará a partir de la semana que viene, con esa frontera de la final de Taça. El Valencia sigue pendiente, pero también tiene un tope para invertir. Cuestión de condiciones, prioridades y sacrificios.