El Valencia CF tiene ahora mismo aparcado el asunto del futuro estadio y esa es una situación que inquieta de manera especial al ayuntamiento de la ciudad, aunque también preocupa y mucho a todo el valencianismo. Se han cumplido ya once años desde la paralización de las obras y, después de muchos proyectos que se quedaron en nada, debería estar acabado para el año 2023, lo que obliga a solucionar ya la financiación los trabajos y cumplir con las fechas pactadas.

No es la primera vez ni será la última que Joan Ribó lanza mensajes al club en este sentido, aunque el alcalde habla ya en esta ocasión de que próximamente habrá una comunicación oficial de apremio. Así lo esplicaba este jueves en declaraciones recogidas por À Punt: "Hemos estado hablando de que el tiempo se acaba y por lo tanto habrá que decírselo oficialmente algún día. Desgraciadamente la situación actual es la misma y el tiempo pasa. No ha habido contacto formal y tenemos que decírselo al Valencia CF".

Ribó recuerda al Valencia CF que su obligación es acabar el nuevo estadio y que hay unos términos en la Actuación Territorial Estratégica (ATE) firmada en 2015 que "es imprescindible que se pongan en marcha para cumplir un acuerdo que se cerró en su día". Dichos términos suponen la terminación del estadio en 2023 para que el equipo pueda trasladarse y liberar la parcela del actual Mestalla , donde se desarrollaría la urbanización y las viviendas previstas para entregar en 2025.

"La situación del Valencia nos preocupa. Siempre hemos estado respetando la situación del club porque sabemos que es una institución fundamental para la ciudad. Pero a la vez ellos tienen que darse cuenta de que hay que cumplir los términos del ATE porque de lo contrario entraríamos en una situación muy compleja", apunta el alcalde de la ciudad.

Desde el pasado mes de marzo, cuando se confirmó la ruptura por parte del Valencia CF del compromiso con ADU Mediterráneo, no ha habido avance alguno a pesar de que la cooperativa anunció que iba a continuar con la comercialización de su proyecto, vender las viviendas y explotar la zona comercial incluso después de haber perdido la exclusividad.