Por qué un mediocentro de 32 años, por qué invertir en un futbolista que viene de descender en Premier League. Javi Gracia tiene claro el motivo. El entrenador conoce perfecto a Capoue. Por poder físico, por capacidad para intimidar en los duelos, por base técnica y por conocimiento del modelo de juego, ha propuesto al francés porque podría producir un salto en la estructura desde la posición de mediocentro defensivo.

El paso por Inglaterra es esencial para descifrar lo que busca Javi Gracia, que armó un bloque ultracompetitivo en Watford a partir de Étienne Capoue más Abdoulaye Doucouré en la sala de máquinas. Una mezcla que ahora se ha planteado reformular con la mezcla Capoue-Kondogbia, al que lanzaría para acosar al adversario, liderar la presión y llegar, de área a área. Un centro del campo a puro músculo, capaz de adaptarse a distintos contextos y a diferentes alturas, con y sin balón, desde el que hacerse fuerte en campo propio y en campo contrario, en las transiciones, desde la agresividad y el ataque rápido. Recuperar y salir, defensa y ataque.

Capoue no es un organizador, pero está capacitado para ofrecer soluciones prácticas desde la base. No tiene mal rango de pase y ahí están sus registros en asistencias. Está acostumbrado a ese papel central en la salida. Pese a su capacidad para cubrir campo, el gran acierto de Gracia fue restringir su radio de acción y esquematizarlo entre la defensa y el centro del campo: ayudar, proteger, cerrar, apoyar. Capoue impone su mando en el primer tercio, en esa zona es uno de los mejores futbolistas defensivos de la Premier: está entre los diez mejores centrocampistas en entradas ganadas, en media de intercepciones y en el total de la competición en tackles más intercepciones. Como box-to-box estaba perdido en el montón de los mediocres, no funcionó en el Tottenham y tampoco estaba dando nada especial en Vicarage Road, hasta enero de 2018, cuando llegó Javi Gracia. El técnico le dio una nueva dimensión como destructor sin mermar su capacidad para impulsar los ataques, pero dándole una vertiente funcional a esa fuerza para tomar el balón primero y después lanzar un pase cruzado de 40 yardas hasta la delantera. El jugador irregular, incluso indolente, que equivocaba decisiones y que no era consciente de sus limitaciones, empezó a explotar sus virtudes con Gracia desde la disciplina y el orden. No fue o es sólo una clave táctica. El clic se produjo desde la conexión emocional, el navarro hizo que el francés se sintiera apreciado, querido e importante desde la confianza. Por todo eso, Capoue tiene un sentido ahora. Por todo eso, Capoue queda como referencia de la versión inglesa de Javi Gracia y hombre clave dentro del Watford que hizo historia alcanzando la final de FA Cup en 2019 y cerrando la Premier con récord de puntos para el club.

Sus números han sido buenos en una temporada dramática a nivel club y fueron importantes en el concurso 2018/19, cuando Capoue hizo más intercepciones que cualquier otro jugador de la Premier (86), brillando a la hora de romper los ataques del rival. Su valoración le instaló como uno de los mejores centrocampistas fuera de los equipos del top-6 de la liga.

Un futbolista subestimado

El doble de toques (1.061 en la temporada 17/18 por 2.128 en la 18/19) y el doble de conducciones (644 por 1383). Ese fue el impecto de Javi Gracia en el juego de Capoue. El cambio respecto a sus números con Marco Silva -predecesor del navarro- es una revolución: dos tackles más de media por partido, una intercepción más, una recuperación más y cerca del 20% más de duelos ganados.

Cuenta la leyenda que Javi Gracia tenía controlado a Capoue desde los tiempos en los que fue joven tendencia en el Toulouse FC, como socio de Moussa Sissoko. Once millones pagó el Tottenham por él en 2013, sobre ocho el Watford, dos años después. El Valencia ataca su fichaje como alternativa a Yangel Herrera, pero son futbolistas distintos para roles diferentes, complementarios, más allá de que los dos encajan como anillo al dedo con el modelo Valencia 20/21.