Apenas una hora ha durado la reunión que han mantenido representantes del Valencia CF y del ayuntamiento de la ciudad para discutir sobre el proyecto del nuevo estadio. Tras la cita, en la que el club ha expuesto las dificultades que le impiden cumplir con los plazos previstos, Joan Ribó ha reiterado su opinión de "no eternizar más" la Actuación Territorial Estratégica de Mestalla. "La decisión de prorrogar o no la ATE es una competencia autonómica; mi opinión es clara: no eternizarlo más", ha dicho.

El alcalde ha expresado la necesidad de encontrar una solución inmediata para acabar el Nou Mestalla y ha pedido a Anil Murthy "gestos que indiquen que ese es el camino que toma a partir de ahora el València CF". Esos gestos han de ser concretos, palpables, ya no valen promesas ni buenas intenciones de palabra. De hecho, Ribó ha puesto sobre la mesa dos movimientos que el Valencia CF debe cumplir para mantener vivo un proyecto importante para la ciudad pero también decisivo para el presente y futuro del Valencia CF. "El València CF tiene dos buenos ejemplos para mostrar esta voluntad de avanzar: que soliciten todos los trámites para la licencia de obra del nuevo estadio, y que empiecen a trabajar en las obras para hacer el polideportivo en el barrio de Benicalap a que se comprometieron en 2007".

Insta por tanto el ayuntamiento al Valencia CF a ponerse en marcha y no dejar durante más tiempo en segundo plano el problema a pesar de la difícil coyuntura económica actual. Hay una ATE, que es un compromiso entre el club y la ciudad, cuyos términos se deben cumplir y cuya prórroga, según la opinión de Joan Ribó, "es difícil de justificar, a no ser que se avance en el nuevo estadio y en el polideportivo de Benicalap. Yo no soy partidario de eternizar una situación que es mala para la entidad deportiva pero sobre todo para la ciudad de València y el barrio de Benicalap, con una infraestructura inacabada en una de las entradas más importantes de la ciudad, que da una imagen que no nos gusta a nadie".

Ese polideportivo, una pequeña instalación en relación con la macro operación urbanística que supone la operación Mestalla, se convierte en estos momentos en el centro de atención. En declaraciones facilitadas por el ayuntamiento, Ribó defiende que "es responsabilidad de las administraciones públicas, y en mi caso como alcalde, defender los intereses de la ciudad de València. El suelo público que se destinó en su momento para el nuevo estadio tiene que ser amortizado; también la parcela que continúa siendo municipal, donde el Valencia CF se comprometió a construir un polideportivo. Además de solicitar los trámites para la licencia de obra del nuevo estadio, un buen gesto del club deportivo seria empezar con ese polideportivo prometido para el barrio de Benicalap. Este es el momento de empezarlo". La pelota sigue en el tejado del Valencia CF.

El alcalde, además, entiende la culminación de este proyecto con el dar carpetazo a una época: "los símbolos de un pasado de obras faraónicas para acabar, o que están judicializadas, o que nos han costado a los valencianos unos sobrecostes imposibles de justificar. Acabar el estadio del València CF sería dar por acabada esa etapa del pasado".