La salida de jugadores importantes a lo largo del verano ha supuesto un duro golpe para el vestuario del Valencia CF. Dani Parejo, Rodrigo Moreno, Ezequiel Garay, Francis Coquelin, Ferran Torres y ahora Cristiano Piccini. No ha sido fácil ver cómo desfilaban por la puerta de atrás compañeros que, además de pilares y símbolos del equipo, en algunos casos también eran amigos. El núcleo duro de futbolistas que se ha quedado al frente del grupo asume la pérdida de nivel de la plantilla y los riesgos a nivel de objetivos que entraña una reducción de coste como la que está ejecutando la propiedad sin contemplaciones. Sin embargo, si alguien piensa que los pesos pesados van por la ciudad deportiva de Paterna pegándose cabezazos contra las paredes se equivoca.

La sensación que ahora mismo tienen los líderes del equipo es que «hay equipo para competir». Se aferran al potencial futbolístico de los jugadores que se quedan, creen en el liderazgo de un Javi Gracia que ha sabido ganarse la confianza de todos con ideas claras y buena preparación física y confían en la idea de bloque compacto como seña de identidad de este equipo. Más que nunca hay que jugar como un colectivo. Hay mimbres, un entrenador y un estilo más definido para salvar el año. Empezando por ganar el Derbi. La plantilla no va de víctima.

Las sensaciones seguramente serían otras si el nuevo cuerpo técnico generara dudas. Por suerte, Javi Gracia ha conectado con sus jugadores desde el primer día y eso ha generado un clima de optimismo en la plantilla que parecía imposible hace un mes y medio. La cercanía del entrenador, su nivel de exigencia, su metodología de trabajo y sus ideas tácticas claras y directas han reforzado el ánimo de la plantilla. Hay una figura del entrenador a la que aferrarse y eso transmite la seguridad, la confianza y la tranquilidad que no existe en las altas esferas del club.

El Valencia tiene menos calidad con la salida de jugadores importantes y el vestuario sabe que eso obliga a reforzar la idea de colectivo. Ser un grupo unido y compacto dentro y fuera del campo es el único camino para contrarrestar la pérdida de potencial. Hay que ser un equipo más que nunca. Los capitanes ya están trabajando en esa dirección.

La posición de los pesos pesados en materia de fichajes es la misma que Javi Gracia. Desde dentro se cuenta con la llegada de varias incorporaciones porque se considera necesario reforzar algunas posiciones que se han quedado debilitadas con la venta de jugadores importantes. Hay que mejorar para ser más competitivos.

Más allá de las caras nuevas, hay mucha confianza depositada en los futbolistas que -de momento- se quedan. Gabriel Paulista, José Luis Gayà, Daniel Wass, Geoffrey Kondogbia, Carlos Soler, Gonçalo Guedes, Kang In Lee o Maxi Gómez forman una base sólida para cargar con la responsabilidad de la temporada y sostener el equipo. Uno por uno son jugadores, algunos de ellos internacionales, de calidad contrastada. También se confía en los jugadores llamados a dar un paso adelante este año y en la apuesta de algunos jóvenes para revitalizar el grupo.

Otro de los argumentos importantes que refuerzan la moral del vestuario en este difícil verano es la preparación física. Los jugadores se sienten más frescos física y mentalmente gracias al trabajo de Juan Solla. Están fuertes de piernas y también de cabeza y eso en un equipo de desgaste y presión como el que proyecta Gracia es fundamental.

No hay mal que por bien no venga y el calendario del Valencia juega a su favor esta temporada. No hay Champions, ni Europa League, ni Supercopa de España. El equipo no tiene compromisos europeos y tendrá la posibilidad de recuperarse y preparar mejor los partidos de LaLiga con semanas limpias de trabajo a diferencia de otros clubes.

La primera prueba de fuego es el Derbi del domingo en debut de LaLiga. El equipo carga con la exigencia de ganar a pesar de la 'limpieza' de la propiedad y se siente capacitado para ganar a los de Paco López. Los mensajes que emanan del vestuario son ambiciosos. «Es el primer partido de LaLiga y vamos a intentar ganar, jugamos en casa y sabemos que en Mestalla tenemos que ganar sí o sí», afirmó confiado Kondo. «El equipo está bastante bien y estamos preparados para competir bien en LaLiga», apuntaba Kang In. Hay mucha hambre y cero victimismo. No lloran, se reivindican. Ahora ellos son el Valencia CF.