Entrenador, portavoz y ahora psicólogo. El Valencia CF se ejercitó este domingo por la mañana en una sesión en la que los titulares realizaron trabajo de recuperación por una parte y los suplentes entrenaron a mayor ritmo en el campo por otra. Javi Gracia, sin embargo, quiso reunir a todos los jugadores de la plantilla a primera hora para hablar con ellos después del golpe contra el Betis y antes de que siete de ellos -José Luis Gayà, Daniel Wass, Maxi Gómez, Jasper Cillessen, Denis Cheryshev, Hugo Guillamón y Yunus Musah- se marchen este lunes con sus respectivas selecciones internacionales. Era momento de hablar, apoyar al grupo y cerrar filas con 'los que hay'.

El panorama del Valencia es tan desolador por la falta de planificación deportiva de Meriton y las sensaciones contra el Betis fueron tan negativas el sábado por la noche que Gracia se vio obligado a charlar con sus jugadores y ejercer de psicólogo improvisado de la plantilla. El técnico, al borde del cierre del mercado, sin fichajes y con la amenaza de perder a otro jugador importante como Geoffrey Kondogbia, está viviendo días/semanas agónicas como entrenador del Valencia. Encima tiene que animar a una plantilla que esperaba refuerzos y se siente debilitada. El navarro quiso reunir al grupo al completo para levantar la moral de sus jugadores y animarlos a continuar trabajando en Paterna para mejorar como equipo y, por difícil que sea, abstraerse del pesimismo y las dudas que rodean al proyecto.

El revés contra el Betis fue muy duro, es inevitable pensar que la temporada así puede hacerse muy larga, pero Gracia no quiere que se le caigan mentalmente sus jugadores. No lo puede permitir por mucho que él sea el primer afectado. El técnico quiso lanzar un mensaje de optimismo al grupo: los errores están localizados y lo que único que hay que hacer es trabajar duro durante estas dos semanas de parón para corregirlos y demostrar que, como contra la Real Sociedad, el equipo puede ofrecer una mejor versión que ante el Huesca o el Betis, independiente de cómo quede configurada finalmente la plantilla. Gracia se aferra a sus futbolistas. A los que tiene. No le queda otra.

El navarro siempre ha asegurado que venía bien de ánimo a la plantilla, pero nunca ha escondido que todos se sentirían más fuertes y con posibilidad de competir mejor con incorporaciones. Así lo decía el entrenador hace dos semanas. «Creo que de ánimo están bien, los veo entrenar y competir, están bien de ánimo. Pero no hay duda, por otro lado, de que todavía nos vamos a sentir todos mejor de vernos con más opciones y con posibilidad de competir mejor. Nos ayudará a crecer como equipo, sería bueno para el equipo y para la mejora que supondrá a los que están». Los fichajes no llegan, Meriton ha dejado solo a Gracia y esa sensación de no sentirse protegidos ni tener un objetivo claro se extiende dentro y fuera del campo peligrosamente. Gracia tiene que luchar también solo contra eso. Por si fuera poco.