Pasadas más de dos semanas desde la lesión que padeció en Balaídos frente al Celta, Gabriel Paulista ha vuelto a entrenarse en la mañana de este miércoles sobre el césped de la Ciudad Deportiva. El objetivo del futbolista es el de poder ayudar al equipo dentro de unos diez días en el derbi contra el Villarreal aunque va a ser difícil que pueda hacerlo desde el once titular.

Gabriel ha salido con uno de los recuperadores a hacer un circuito físico reducido, y no demasiado exigente, para probar las lesiones en el muslo de la pierna izquierda. En el partido frente a los gallegos del 19 de septiembre, el defensa central de 29 años sufrió una rotura de fibras en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Días más tarde, el club emitió un comunicado en el que informaba que requeriría "tratamiento hasta mejora clínica".

El tratamiento con los fisioterapeutas ha comenzado a dar resultados, y en la mañana de este miércoles Paulista ha salido al campo, pero lo ha hecho con precauciones. Sin forzar la máquina, calzado con zapatillas y con la zona del muslo izquierdo dañada protegida con un vendaje compresivo.

Por el momento, a Gabriel le quedan días ejercitándose en solitario al margen del grupo, días en los que irá incrementando la intensidad y las cargas de tiempo de trabajo en función de sus sensaciones. El central brasileño, que se muere de ganas por poder estar en la lucha con el equipo, tuvo que ser inscrito como jugador extracomunitario al no estar listo aún su pasaporte español por razones burocráticas. La creencia en el club es que en enero pueda hacerse efectiva su inscripción en la Liga como jugador comunitario.