¿Con una temporada en el horizonte tan crucial como esta para mantenerse en la élite del fútbol español y europeo, mediante el clásico de las plazas Champions, el Valencia CF de Valencia CFPeter Lim La crisis de la Covid-19 obliga a la mayoría de clubes a rebajar su previsión de ingresos entre un 20 y un 30%. El Valencia, pese a liderar en Europa con el Real Madrid el beneficio neto por compra-venta de jugadores, es uno de los que más se ha apretado el cinturón. Después de seis años entre vaivenes de Champions sí, Champions no, Lim decidió cerrar completamente el grifo de la inversión en fichajes. El tiempo y los resultados

Hasta ahora, lo que sí es una certeza es el proceso de devaluación que ha sufrido el Valencia desde que está en manos del magnate de Singapur. Disparado desde hace tiempo el Atlético de Madrid, el Sevilla también ha despegado y el próximo en disposición de hacerlo es, precisamente, el rival domingo en La Cerámica. El SevillaVillarreal junto a la Real Sociedad, es una excepción en el complicado panorama actual. La entidad liderada por el empresario valenciano Fernando Roig prevé un presupuesto ligeramente superior al de la campaña anterior. El aumento de calidad en la plantilla repercute en los costes. El presupuesto subirá cerca de diez millones en relación con el del año pasado, acercándose a 140 millones. «La apuesta por fichar grandes jugadores, hace que este presupuesto deba aumentar», dijo Roig.

Una de las apuestas de los amarillos se encuentra en el banquillo. A Unai Emery, al que han dotado de recursos en forma de seis fichajes, le sobra experiencia en la Liga con el Valencia en la carrera por un sitio entre los cuatro primeros. Un objetivo con el que no cumplió en Sevilla, aunque compensó a la afición de Nervión con tres títulos de la Europa League. Mientras en el Villarreal han llegado Rulli, Foyth, Estupiñán, Dani Parejo, VillarrealRulliDani ParejoCoquelin Las previsiones presupuestarias, que se presentarán antes de fin de año, han caído de los 180 millones de la temporada 2019/20 a los 110-120 millones. Del récord histórico, a cifras muy similares a las que se presupuestaban en la etapa previa a Meriton. Una muestra de como la irregularidad deportiva de un Valencia de dientes de sierra se extiende al terreno económico.

Otro aspecto preocupante en la economía del Valencia en la presencia en la plantilla de un número menor de activos de peso en el concierto europeo. Los principales, a día de hoy, son Maxi Gómez, José Luis Gayà, Carlos Soler o Kondogbia, a la espera de que, de la mano de Javi Gracia, Guedes pueda recuperar la cotización con la que fichó desde el PSG o jóvenes como Kang In o Yunus Musah se confirmen en el primer equipo. La realidad es que hay hasta seis plantillas con mejor valoración que la del Valencia, entre ellas, también la del Villarreal tras lo acontecido en la última ventana del mercado. Barcelona, Real Madrid, Atlético, Sevilla, Real Sociedad y el citado Submarino.

La plantilla del Sevilla se acerca a los 350 millones de valor, mientras que la de la Real rebasa los 300. El Valencia ha perdido su posición de dominio económico en la Liga, algo que se refleja más fielmente en los presupuestos. La Champions es la piedra filosofal: el argumento que ha permitido al Sevilla invertir en nuevos refuerzos sin tener que vender, o prever un presupuesto que roza los 200 millones. Los torneos europeos, en especial la Liga de Campeones

Precisamente, el Sevilla ha adelantado al Valencia en el ranking del CIES de las plantillas más caras en materia de traspasos sin incluir salarios. Inglaterra con 18 clubes en el top-50 y el City, en particular, con 1.036 millones pagados a otros clubes por su nómina de jugadores, lideran la tabla. El Valencia tiene una treintena de equipos por delante y el Villarreal ocupa el lugar 49 tras gastar algo más de 30 millones este verano. Los números hablan por sí solos, pero será el fútbol, y lo que hagan en su particular Liga contra equipos como el amarillo, lo que determine si los blanquinegros están capacitados para optar a un lugar Champions. Lo hecho en San Sebastián debe marcar un camino.