El Elche terminó el partido como se esperaba, sufriendo, metido atrás y defendiendo al límite. Jorge Almirón dijo en la previa que temía un partido de ritmo alto e inteno, pero sólo sucedió en la segunda parte. En ese tramo donde el Valencia fue superior y el Elche dio un paso atrás natural (por la ventaja, por el empuje, por la calidad técnica del Valencia), el héroe volvió a ser Edgar Badia, El Santo del Martínez Valero. El portero dejó dos paradas de mucha clase, una fundamental a Gayà, a los pocos minutos del segundo acto.

El cuadro franjiverde se defendió como gato panza arriba... con Badia en plan gato. Esa también fue la diferencia con el Valencia CF. El Elche encontró el gol en sus dos primeros disparos, pero fueron dos golazos. Josan rompió en diagonal y ajustó su disparo al palo largo como si fuese zurdo desde derecha. Fidel soltó un latigazo desde la frontal bien ajustado al palo. Los dos se lo pusieron muy difícil a Jau. Al otro lado, Badia respondió con la solidez. No es novedad, pero ahora lo hace en Primera.