"A mi el Valencia me ficha de centrocampista, yo no era defensa. En Benimar jugaba de centrocampista, pero en el 79 llegó un día Pasieguito y me dijo ‘usted el domingo va a jugar de líbero, y hasta aquí", dice Arias. Y mira rápidamente a Claramunt y añade "seguro que cuando Pepe me vio aparecer seguro que dijo ‘un xiquet jove, este me retirarà’" pero Claramunt sigue tan serio como siempre, y va directo al fútbol: "Jugar de libre entonces era más fácil que jugar en el medio del campo porque los rivales no los tenías tan encima y tenías más tiempo para pensar la jugada, podías desplazar el balón más fácil y salir de atrás. Lo único es que tenías el compromiso de ir a los cruces y ahí no podías fallar porque si lo hacías eras hombre muerto, y además se notaba más el fallo. El libre si fallaba ya solo quedaba el mano a mano con el portero".

¿Pero qué tenía Pepe Claramunt para que Arias, el gran libre de la historia del Valencia CF, quisiera ser centrocampista? "Es que cuando yo le veo él está en su apogeo, que fue cuando ganaron la liga del 71. Yo lo vi en el partido en Mestalla ante el Athletic, el día que debutó el Gitano González que le marcó dos goles a Iribar. Pepe tenía muchas cosas, mandaba, ordenaba, jugaba, corría, puteaba... pero era el primero en todo. Tenía esa capacidad de mando y jerarquía, tenía un carisma especial y cuando todos tenían el balón buscaban a Pepe, le buscaban porque sabían que era un seguro de vida y sabía manejar el partido como nadie. Era el líder en el campo, es que se le veía".

Y Pepe le mira, "yo no tenía carácter, pero nunca me han sacado una tarjeta por hacer una entrada, me gustaba ganar, me gustaba que los compañeros jugasen bien. Cuando vives intensamente dentro del campo, porque lo quieres todo bien y a la perfección... y claro todo bien no puede ser y por eso a veces había broncas que eran lógicas. Pero terminaban ahí, luego fuera ya no pasaba nada".

Pero de repente, la partida de tenis que ambos han empezado a jugar, se pone interesante cuando Arias dice que con Pepe "aprendí rápidamente una cosa, él exigía pero era el primero que daba en el campo, y eso es muy difícil de entender y de ver. Para liderar primero hay que sacrificarse".

"Es que yo tampoco me negué a nada" dice él, "tuve muchas lesiones para no jugar, y cuando las cosas iban mal yo era el primero que daba la cara. Yo salía aunque estuviese para no salir, y algunas veces podría haber dicho yo no salgo porque estaba para no salir, y de hecho una de las broncas más grandes que tuve en Mestalla fue por eso. El día de Las Palmas en Mestalla yo salí lesionado porque Manolo Mestre, que era el entrenador, me pidió que saliese porque Keita y Rep no querían salir si no salía yo. Yo le dije Manolo, si estoy lesionado, si has visto que no he entrenado en toda la semana, cómo voy a salir a jugar. Y él me dice tienes que salir porque si no me han dicho Rep y Keita que no salen, y tuve que salir, pero le dije que el primer cambio que vayas a hacer me cambias a mí que estoy lesionado. Pero pasó que uno se hizo el cojo, otro se hizo el cojo y cuando el entrenador hizo el segundo cambio, yo dije no, me voy yo porque no puedo, no puedo seguir en el campo y voy a hacer el ridículo todo el partido y el equipo se va a resentir. Me fui al foso y le dije a Manolo Mestre que me iba yo, y fue cuando me saqué el brazalete y lo tiré. Se armó un dos de mayo por culpa de eso cuando yo no tenía que haber salido al campo. Y eso me pasó más de una vez, que tuve que salir al campo en malas condiciones, en momentos difíciles, y claro, a veces estabas enfadado". Claramunt acababa de desvelar el motivo de una de las broncas más históricas de Mestalla.

La pregunta sin irresistible. ¿Ese compromiso es justo lo que necesitan los jugadores del Valencia CF actual? El Libre sigue tan listo como siempre, mira al periodista y sonríe, "ya nos has llevado a dónde tú querías...". Pues sí, para qué engañarnos. Como la pregunta es sana y los dos así lo entienden, se arrancan sin miedo. Pepe da una lección de amor propio que bien podría colgar Javi Gracia en las paredes del vestuario: "En estos momentos difíciles es cuando un jugador que quiere ser algo lo tiene que afrontar. Sabes que vas a tener broncas y pitos, pero si quieres ser algo... Lo dije en unas declaraciones a favor de Carlos Soler. Si uno quiere ser algo, cuando las cosas están difíciles es cuando tiene que hacerse importante. Saldrá o no saldrá, pero tú pon interés que al final sale".

Arias le da la razón: "Es que además son ellos los que lo tienen que solucionar. Los ex jugadores ya no jugamos, los periodistas tampoco, ni la afición, ni el entrenador... los que tienen la solución son los jugadores. Para lo bueno y para lo malo, y los que tienen que dar siempre un paso al frente son los jugadores".

Claramunt quiere más, está convencido de lo que tiene que decir y se nota que quiere decirlo, por ello en cuanto acaba Ricardo retoma el discurso: "En estos momentos tienen que convencerse de que si las cosas no están bien los únicos que lo pueden sacar son ellos, y tienen que doblar los esfuerzos y decir aquí estoy yo, soy un buen jugador y lo voy a demostrar, y voy a ganar... mentalizarse ellos mismos porque los que están alrededor no te van a mentalizar. Si no te mentalizas tú..." . La conversación ya es imparable, Arias espera para atacar: "Y tienen que entender que hacer cada uno la guerra por su cuenta y querer brillar individualmente ni va a ayudar a la situación ni a ellos mismos, y a la larga se darán cuenta".

Pepe fue el ídolo de Arias y Arias todavía respeta esa jerarquía. Le deja que tire él a gol: "Y que ellos se crean que son importantes, que son buenos jugadores. Que no es lo que la prensa dice ni lo que dice la afición, que ahora no valen nada. Ellos son buenos jugadores, son grandes jugadores y lo van a demostrar en el campo. Eso es lo que hace que uno sea mejor, tener esa personalidad para enfadarse en los momentos difíciles y decir, aquí estamos nosotros para sacar esto, y vamos a ganar. Y a este equipo vamos a ganarle. Tienen que salir con ese espíritu, no se puede es salir con un espíritu perdedor y derrotado. Ellos mismos tienen que creerse que pueden hacer las cosas mucho mejor, y que tienen capacidad para hacerlas mejor. Es la única manera de sacar las cosas adelante, si ellos se vienen abajo... Lo que diga la prensa no importa, ellos tienen que pensar yo tengo mi categoría, tengo mi personalidad y lo voy a demostrar por mucho que me digan que no valgo, yo estoy convencido de que soy importante y voy a cambiar los silbidos por aplausos". Palabra de Pepe Claramunt, el ídolo de Ricardo Arias.

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