El fútbol y las sensaciones están por encima de los cinco puntos sumados. La dos próximas jornadas, ante Logroño y Santa Teresa, tienen que servir para reforzar la línea y no dejar lugar para la dudas. El Valencia jugó para ganar -hasta el línite de sus fuerzas- y el Athletic agradeció el pitido final. Una ecuación sencilla, pero con carga de profundidad. El equipo de Bargues volvió alcanzar un nivel competitivo importante y consiguió reducir a uno de los bloques más potentes de la Primera Iberdrola por calidad, por físico, por velocidad y por pizarra. Mucho mérito y una progresión ascendente en solidez. El espíritu de ese Valencia combativo que se ha visto ante Sporting de Huelva o Real Madrid está asentándose como marca registrada. Ante el Athletic, además, hubo momentos tremendos de juego con balón.

Este Valencia CF Femenino. Fue una acción de otro partido. Claro que hubo llegadas, pero Bea Beltrán, Cubedo y Pujadas estuvieron de nota alta. Bargues resolvió la ausencia de Kerlly en el lateral derecho con Paula. La mediocentro hizo un gran servicio al equipo. Lucía García -atacante nivel Selección- estuvo sometida siempre y eso lo dice todo. En portería tuvo su oportunidad Noelia. No era un partido fácil. Erika Vázquez encontró espacio en la frontal y ajustó su disparo al palo... el balón tomó forma de conejo y se escapó, dentro. El equipo llegó al descanso un poco KO. A la media hora, Cubedo había estrellado un balón en el larguero (en otro córnero bien sacado por Torrodà) y estaba teniendo buenos minutos.

Nada de venirse abajo, al contrario. Bargues tocó teclas e hizo cambios. El Valencia subió el ritmo y se sucedieron las llegadas. Las jugadoras de banquillo volvieron a ser vitales: Júlia Aguado mordió sobre la espalda de Moraza, su centro se envenenó y Carla Bautista lo cazó ante De la Nava. Premio. Toca seguir.

Bargues: "El partido es más gratificante que el punto sumado"

Bargues terminó con Marta Carro. Por detrás formó una línea puro dinamismo con Júlia Aguado, Carla Bautista y Candela, que debutó actuando por las dos bandas. Fue un buen pie. Hubo una fase, durante la recta final, en la que Flor BonsegundoTodo tremendo. Lo que está dando la argentina a nivel sacrificio e intensidad merece meción aparte. Villacampa pobló la medular con Valdezate, Istillart, Eunate y Marta Unzué, pero por encima de todas estuvo Anna Torrodà, bien apoyada por Carro y Sandra. Otro partido para corregir desde un buen resultado y otro partido de crecimiento como equipo. Hay muchas individualidades desplegándose y un buen entrenador. Faltaron dos puntos por sumar, pero no hay sensación de vacío. Al contrario, otro chorro de confianza al depósito.