Thierry Correia estaba jugando su mejor partido como valencianista. Con una gran intensidad defensiva y acierto a la hora de mirar al frente, su partidazo duró 55 minutos. Pero todo empezó a torcerse en el minuto 47, en pleno carrusel de amarillas de Jorge Figueroa Vázquez. El colegiado, que sacaba cartulina a cualquier jugador de Valencia CF que mirara mal a los azulones, permitía patadas, codazos y agarrones a los de Bordalás. Lo del mismo rasero, para otro día.

En el minuto 47, Thierry hacía una faltita que le suponía una rigurosa amarilla al portugués. Está claro que sin la exageración del rival y las adoctrinadas protestas en masa de los hombres del Getafe, hubiera quedado simplemente en falta. Ocho minutos después llegó la pifia, al agarrar a Cucurella y ver la segunda amarilla. Poco antes, el árbitro perdonó otra igual a Djené, que terminó el partido porque el colegiado no se sabe el reglamento. En cualquier caso, Thierry tendrá que aprender la lección.