Tiene todavía 17 años y ya destaca como una de las sensaciones de LaLiga, sobre todo después del golazo que le marcó el domingo en Mestalla. Yunus Musah, de origen ghanés, nacido en Nueva York y criado entre Italia e Inglaterra, destaca por ese poderoso físico de velocista pero también por una sonrisa que nunca le abandona. Tampoco cuando, smartphone en la mano, repasa ese esprint portentoso que le permitió adelantar al Valencia CF en el partido ante el Getafe. «Gabriel Paulista despeja con la cabeza, hago un buen control, veo que tengo una marca detrás, veo también a Cheryshev, pero sigo y sigo y en mi cabeza solo pienso en el gol... Chuto y marco». Y sonríe, como si se tratase de un juego en el patio del colegio. «El gol lo he visto mil veces ya, es un gol que nunca voy a olvidar y espero marcar más». Y vuelve a reír.

Lleva poco más de un año en el Valencia CF y es sin duda uno de los grandes beneficiados de esta política de austeridad, que ha dado oportunidad a jóvenes como él para irrumpir en el primer equipo. Se han alineado muchos factores, la recesión económica en el fútbol, un entrenador que ha apostado muy firmemente por él y, claro, el hecho de que él ha sido capaz de responder a la exigencia. Solo tiene palabras de agradecimiento, «muchas gracias al Valencia CF por ayudarme desde que llegué, dan un apoyo muy bueno para los jóvenes. Se ve, hay muchos jóvenes en el primer equipo que están jugando, es una cosa muy grande, increíble para mí. He visto en las redes sociales que dicen que soy el jugador más joven en hacer gol con el Valencia CF en LaLiga, pero lo más importante fue ayudar al equipo», dice.

Con 16 años dejó las categorías inferiores de otro club muy importante como el Arsenal para trasladarse a València, donde ha encontrado el entorno adecuado para su explosión aunque es consciente de que su historia aquí no ha hecho más que empezar. Quiere más: «Los jóvenes queremos jugar, es un sueño jugar para un gran club como el Valencia CF, jugar en LaLiga. Quieres jugar siempre y vas a dar tu máximo, tienes la alegría que jugar, es algo muy grande y hay que disfrutarlo también».

Disfrutar y también sufrir, conseguir ese gol fue el momento cumbre de un partido en el que hubo que pelear mucho hasta el minuto cien. «Estamos orgullosos de la forma que trabajamos, con solo diez hombres contra un equipo como el Getafe. Fue un partido difícil, ya sabíamos que ellos iban a pelear, nos lo iban a poner difícil, y empezamos bien desde el primer minuto, fuertes en el campo del rival. Esto nos va a dar confianza para próximos partidos». El próximo, el Real Madrid