Marcelino García ha tratado por primera vez en profundidad su salida del Valencia CF, catorce meses después de su rueda de prensa de despedida en València. En una entrevista a El Partidazo de la Cope, Juanma Castaño le pregunta por aquella insinuación de Anil Murthy en la última Junta de Accionistas, en la que dijo que no iba a entrar en detalles sobre la salida de Marcelino y Mateu Alemany.

La reacción del asturiano es esta: "Nuestra honestidad y nuestra forma de trabajar está fuera de toda duda, es dejar una duda para aquellas personas que en València nos tienen aprecio. Cuando se toma una decisión contra todos y contra todo siempre hay que dejar algo ahí, pero no es cuestión de tirar la piedra y esconder la mano, eso que tienes que decir, pues lo dices, y eso que dices hay que probarlo. Podrán discutir nuestra ambición o cualquier otra cosa, pero no van a encontrar nada anómalo. Ahora dicen que la plantilla era nociva o que generaba mal ambiente y se tomó la decisión de modificarla, eso desde mi punto de vista es falso porque yo conviví con esos futbolistas y digo que desde 2003 que llevo entrenando pude tener una o dos plantillas de un nivel personal tan bueno como esta".

Marcelino dice que no pondría especial interés en saludar a Anil Murthy si se lo encuentra comiendo en un restaurante, y que todavía no da crédito a la situación que vivió en el Valencia CF en el verano de 2019: "Cuando no das crédito a una situación, sí que te cuesta asimilarlo, al menos las tres o cuatro primeras semanas. Yo miro hacia adelante, el hecho de mirar para atrás es para ver en qué me pude equivocar, en la toma de decisiones puntuales, pero en el trato en nada. Con la persona que tenía relación directa, conservo una amistad como casi de hermanos, y luego pues con los futbolistas. Las otras personas con las que convivía, no puedo estar más agradecido con el trato que tuvieron conmigo".

Cuenta Marcelino que, después de clasificar al equipo para la Champions y de ganar la Copa del Rey en pocas semanas, "a partir del 30 de junio, cuando estamos en la confección de la plantilla, Mateu, Pablo (Longoria) y yo se veía que la forma de trabajar y actuar no había sido como los dos años anteriores. Había otra forma de hacer y de pensar y limitación de criterios. Nosotros teníamos unas ideas, no sabemos el por qué pero el club tenía otras. A partir de ahí hubo una conversación en Singapur donde, mirándonos a los ojos, cara a cara, se nos dijo que todo seguía igual. Y luego pues cogemos el avión de vuelta y al día siguiente se nos dijo que no".

El técnico se refiere también a Ferran Torres, del que afirma que nunca le generó ningún problema: "No. Era un chico ambicioso, que quería jugar, como lo sigue siendo y es un valor importante que añade a su talento, pero era respetuoso. No tengo ni la más minima queja. Le gustaba entrenar, es joven, con unas grandísimas condiciones y está mostrándolo ahora".

Y sobre la situación de Javi Gracia: "La forma de proceder es muy similar. Yo fui el primero y Javi (Gracia) ahora está en una situación en la que le dicen una cosa y luego hacen otra. Lógico que se sienta así. Uno de los motivos me decían a mí era que yo estaba retando al dueño. Cuando nunca, nunca lo hice. Simplemente hacía valoraciones de lo que creíamos que era lo mejor para el valencia para seguir compitiendo".