Javi Gracia reunió a todos sus jugadores antes del entrenamiento, lesionados incluidos, para mantener una charla de alrededor de veinte minutos a pie de campo. Lo mismo que hizo el día después de la derrota frente al Elche con aquella indigna desconexión en la primera parte. Ese día el técnico del Valencia CF exigió cara a cara a sus jugadores compromiso y constancia del primero al último minuto para el resto de partidos. Era un 24 de octubre en Paterna. Un mes después se ha repetido la conversación en la ciudad deportiva y, lo que es peor, también el discurso del entrenador. Gracia ha vuelto a reclamar al equipo ser más constantes y fiables en los partidos de principio a fin después de otro decepcionante arranque de partido en Mendizorroza. Ya son siete los partidos en los que el Valencia ha encajado goles antes de la media hora y eso es una carga insoportable para el equipo. El técnico y los jugadores son conscientes de la necesidad de atajar el problema desde ya porque obliga a remar a contracorriente sistemáticamente y acaba penalizando en exceso. Los dos puntos perdidos de Vitoria con el paso de las horas duelen más porque el equipo se vio muy superior en el campo en la segunda mitad.

Los jugadores no hablan de falta de actitud en la primera media hora contra el Alavés. Entienden, sin que sirva de justificación, que el gol del minuto 2 a raíz de un saque de esquina- una de las jugadas que más trabajan semanalmente en ataque y defensa- les sacó de un partido al que ya no pudieron entrar hasta pasada la media hora. Los jugadores comenzador a encadenar errores y fueron los que más sufrieron en el campo incapaces de reaccionar y superados completamente por el Alavés. Daniel Wass hizo autocrítica tras el partido. «Empezamos el partido mal, con dos errores tontos, pero es positivo como salimos en la segunda parte. Si seguimos así vamos a jugar muchos partidos». En la misma dirección iba el mensaje de Hugo Guillamón este lunes en su perfil de redes sociales. «Cometimos errores que nos ponen muy cuesta arriba los partidos, pero gran reacción del equipo», decía.

Lo que más dolió en el vestuario es que la plantilla llegaba a Mendizorroza en sobre aviso. El cuerpo técnico de Gracia había puesto mucho empeño durante los últimos días en concentrar a sus jugadores internaciones venidos de fuera y en hacer ver al equipo que la histórica goleada contra el Real Madrid era pasado. No lo consiguió.

Por suerte, el Valencia es el equipo de LaLiga española que más y mejor se levanta de los golpes que recibe. Los de Gracia son el equipo del campeonato que más puntos ha sumado tras ir perdiendo esta temporada. Un total de 8 puntos. El equipo dio la vuelta al marcador contra el Levante (3) y el Madrid (3) y consiguió igualar el marcador en dos partidos que parecían perdidos como el del Getafe (1) y el Alavés (1). El equipo tendrá más o menos calidad, tiene menos experiencia y profundidad de plantilla que otros años, pero su orgullo y capacidad para sobreponerse ante las adversidades está fuera de duda.

Lo que más se valora dentro del vestuario es que el equipo se ha instalado en una dinámica positiva de sumar. El punto de Vitoria dejó un sabor «agridulce» como reconocía Manu Vallejo por las ocasiones desperdiciadas en el tramo final, pero sabe a mucho en clave interna porque permitió al equipo sumar por tercer partido consecutivo: Getafe, Madrid y Alavés. Algo que no había sucedido esta temporada. La mejor racha era el empate (Huesca) y la victoria (Real Sociedad) consecutivas de las jornadas 3 y 4. Son los «brotes verdes» que ve Gracia.