Hija de Melchor, que fue quien dio el paso adelante para ponerse al frente del Valencia CF cuando dimitió Arturo Tuzón, Mariola Hoyos presidió la Fundación hasta que la convirtieron un instrumento para aglutinar la mayoría accionarial y gobernar el Valencia CF

¿A qué dedica ahora su tiempo Mariola Hoyos?

A muchas cosas, a mis empresas y negocios, y como a pesar del Covid y demás, sigo siendo movidita como he sido siempre, me niego a quedarme en casa. La verdad es que me da tiempo a hacer cosas, todas las que puedo y nos permiten hacer.

¿Y cómo lleva la segunda oleada del Covid?

Pues la verdad es que mal porque esta incertidumbre, este no saber qué hacer y qué nos va a pasar, genera preocupación a nivel de salud, economía, a todos los niveles. La verdad es que estoy un poco hasta el gorro, como todos. Ya no sé cómo tomarme esto.

¿Si le digo que su familia tiene pedigrí valencianista le suena bien?

Sí claro, me suena fantástico, fenomenal. De familia valencianista que mantenemos ese espíritu y ese sentimiento, pero hemos perdido esa esencia creo.

El pedigrí no se pierde, ¿pero quiere decir que se ha alejado un poco?

Sí, no me siento alejada en cuanto a sentimiento, pero sí alejada respecto a un proyecto que no comparto, no me gusta y con el que no me identifico en absoluto.

Ha entrado pronto en harina...

Sí, porque me preocupa.

Dice que se siente alejada, pero Mariola Hoyos ha sido presidenta de la Fundación y muchos años directiva del Valencia CF.

Directiva y vicepresidenta, y precisamente porque no tiene nada que ver con aquel Valencia CF y con otros 'Valencias' que he vivido como aficionada con mi padre, me siento alejada, es que no tiene nada que ver.

Antes de entrar al distanciamiento que ha generado Meriton con la afición, me gustaría saber con qué recuerdos se queda de su etapa.

Me quedo con tantas cosas... con los títulos. Era otra manera de sentir, de estar. Aunque tampoco era lo que yo diría 'mi Valencia'.

Entrevista a Mariola Hoyos: "Los valencianos no hemos sabido sacar adelante al Valencia CF, a ver si ahora..."

Entrevista a Mariola Hoyos: "Los valencianos no hemos sabido sacar adelante al Valencia CF, a ver si ahora..."

¿Y cuál es 'su Valencia CF'?

Pues el Valencia que yo empece a vivir, sentir y a conocer desde pequeñita, con aquellas sillitas de enea, como la de Españeta. Aquel Valencia CF de Kempes, Arias, Subirats...

Es el Valencia que tiene en sus recuerdos, pero luego vivió otro Valencia como ejecutiva.

Luego lo viví desde puntos de vista distintos. Desde niña como aficionada, después con mi padre, que también fue una etapa convulsa y difícil.

Uf, volaban los cuchillos...

Exacto, los cuchillos volaban. También fue una época difícil, pero había señorío, todavía quedaba esa esencia.

¿Y quién guiaba esa manera de comportarse con señorío?

Pues los dirigentes. Era un tipo de dirigentes totalmente diferentes a lo que vino después, y el aficionado se sentía parte del club.

Cada vez estamos más cerca de la sustancia del problema pero voy con un órdago a la grande: ¿cómo cree hemos llegado hasta aquí, a esta situación?

Es la gran pregunta. Siempre flota en el ambiente. Pues el punto de inflexión que todos conocemos es la conversión en sociedad anónima, a partir de ahí empieza a cambiar todo. Luego viene una sucesión de presidente tras presidente, pero de todos me quedo con Jaume Ortí, siempre será mi presidente.

Jaume es el último presidente que actuaba como aquellos dirigentes, con señorío.

Por eso digo que es mi presidente. Ahí se rompe ese proceder y esa manera de hacer las cosas.

Otro órdago es la gran metáfora que define a este Valencia CF respecto a aquel que tenía cierto señorío a la hora de proceder. Es Jaume Ortí pidiendo por favor que le dejen hablar cuando Mestalla le pitaba después de ganar la Liga porque no se había fichado a nadie, y Anil Murthy mandando callar a Mestalla mientras le pitaban.

De aquello que le pasó a Jaume hay algo que no se sabe. Cuando él sale al centro del campo y todo Mestalla lo abuchea y no le dejan hablar, yo estaba a su lado. Él quería hablar pero no le dejaban, y yo lo cogí del brazo y le dije "jaume vámonos porque si no te dejan hablar, si no quieren que hables, no es el momento, ya hablarás". Recuerdo que me lo llevé del centro del campo.

Pero él dijo aquello de 'deixeume parlar', ¿cómo fue?

Sí, él intentó rehacerse, pero es que no podía. Aparte yo viví una sensación, es que no sabes lo que es estar en el centro del campo con esos gritos y pitidos que no te dejan hablar. Él insistió varias veces en que le dejaran hablar pero no le dejaron y fue cuando le dije, "Jaume, ¿por qué no nos vamos?".

¿Y?

No sé si lo recordarás, pero él llegó a hablar, pero es que no se entendía. Él hizo ese intento y nos apartamos finalmente.

¿Y qué pasó después?

Bueno, son cosas que quedaron ahí off the record, pero han pasado unos cuantos años y se puede decir.

Cuéntelo de manera suave, ¿cómo estaba Jaume?

Pues en ese momento estaba muy afectado, la verdad, y sobre todo estaba preocupado por su madre. Me acuerdo que me decía, "ay ma mare, ay ma mare pobreta".

Jaume estaba sufriendo porque sabía que su madre lo había visto por televisión...

Sí, porque su madre era mayor y lo vio desde casa.

Ese era Jaume, en un momento complicado para él, se preocupaba por los demás.

Efectivamente. "Ay ma mare", decía constantemente.

Vaya, qué bonito.

Sí...

Y ahora la imagen que tenemos es la de Anil Murthy mandando callar a la afición.

Eso lo dice todo.

La pregunta entonces es, ¿por qué a los directivos anteriores ni se les ocurría hacer eso? ¿Era respeto al aficionado?

Totalmente. Era respeto y ahora todo lo contrario. No quiero decir falta de respeto...

Ahora es abrumadora mayoría accionarial.

Efectivamente. Esto es nuestro. Lo que dijo la hija de Lim. Esto es nuestro, hacemos y deshacemos y callaos que no tenéis nada que decir ni que opinar ni que aportar.

¿Y eso cómo se digiere cuando uno ha vivido desde dentro lo que usted?

A mí me da una pena tremenda. Y a lo mejor es una de las cosas que me ha alejado. Ver eso me revuelve el estómago.

Claro, cuando uno ha estado ahí y se ha callado, al ver eso... Es como lo de 'Propietario Meriton Holdings'.

Eso ya fue...

Gestos muy feos.

Es que no hay necesidad. Podían haber tenido un poco más de sensibilidad. Hay falta de sensibilidad.

Estamos hablando de una mala gestión, pero mañana llegan unos gestores buenos y el equipo va bien. Eso lo he visto otras veces. Lo que no he visto jamás es esta falta de sensibilidad.

Yo entiendo que son unos señores asiáticos y que no tienen sentimiento valencianista, y que poco más o menos que les da igual lo que piense la afición, porque lo han demostrado, pero caramba, un poquito de respeto hacia la institución, hacia el aficionado...

Por no hablar de lo de la Agrupación de Peñas y lo de la Junta de Accionistas.

Me parece otra falta de respeto más, y sobre todo, innecesario. Todo son gestos innecesarios. ¿Hace falta caer en estas cosas? ¿Por qué? No sé cómo definirlo. Si vienes a València y compras el Valencia CF, no te puedo pedir que tengas el sentimiento, pero sí el respeto, pero claro, es una detrás de otra.

Buen matiz. No se les puede pedir el sentimiento porque es algo muy personal. Si ellos en unos años tienen el mismo sentimiento que yo tengo durante toda la vida, es que ese sentimiento no es tan puro, por lo tanto, no les pido sentimiento, pero sí les tengo que pedir respeto.

Respeto y ciertos valores hacia el valencianismo, hacia la ciudad... Es que me parece una falta de todo. Es tremendo.

La falta de sensibilidad se mezcla con una falta de comunicación que hace que el aficionado no sepa hacia dónde va el club.

Es que eso que llamamos falta de comunicación es porque les da igual. Los cargos que todavía quedan de gente que conoce el club se los han ido cargando. Es como si quisieran limpiar el club de valencianismo.

Al final del Valencia CF te queda lo que uno tiene dentro, no lo que ellos logran proyectar.

Es que ellos no proyectan ningún valor, ningún valencianismo.

¿Y cómo vivió el proceso de venta?

Con preocupación y mucha incertidumbre, como todos.

Todos no, yo estaba muy ilusionado con la llegada de Peter Lim

¿Tú te creíste a Lim?

Sin duda.

A mí me daba miedo, de verdad. Esa sensación de que tiene que venir alguien porque no queda otra.

Claro, ese era mi punto de partida desde el que me creía a Lim.

Ya, pero yo pensaba que venía alguien de fuera y, ¿qué puede pasar? Está claro que los valencianos no hemos sabido hacerlo, pero, ¿alguien de fuera, sin arraigo, sin sentimiento, sin afición va a ser capaz?

Ahora me doy cuenta de que personalmente esas variables no las medí.

Porque te dejas llevar por la ilusión de que va a venir alguien y nos va a sacar de este pozo, y nos va a salvar.

Exacto. Pero claro, faltó perspectiva para pensar que alguien sin esos valores podría llevarnos a esta situación en la que echamos en falta... valores, claro. Tenemos en el club a alguien capaz de desahuciar a Agrupación de Peñas y no despeinarse.

Sí, es lo que ha pasado, es lo que tenemos.

Y volvemos a la metáfora de Jaume Ortí...

Así es.

Pero ha dicho algo interesante, los valencianos no hemos sabido hacerlo. Podemos fiscalizar su gestión, pero si nos preguntamos cómo hemos llegado a esta situación no podemos solo culparles a ellos.

No, no, no, por supuesto que no porque ellos han llegado cuando han llegado, pero a la pregunta de cómo hemos llegado hasta aquí, pues por decirlo de una manera correcta, por los errores de unos y otros, y resulta que esos unos y otros eran valencianos. Prefiero no dar nombres.

No es necesario, los sabemos todos.

Y unos se han equivocado en una cosa, otros en otra. Yo la primera y me incluyo porque he sido directiva, pues nos hemos ido equivocando, cometiendo errores y es lo que nos ha llevado a donde estamos. Yo siempre lo digo, los valencianos no hemos sabido, o no hemos podido o no se han dado las circunstancias. No hemos sabido sacarlo adelante.

Es un fracaso evidente de la sociedad civil valenciana. Que la entidad civil más importante de la Comunitat esté en manos de un señor de Singapur, dicho con todo el respeto, es un fracaso de todos.

Totalmente. Es un fracaso pero no solo de la sociedad civil, creo que también de las instituciones.

¿Por qué?

Porque las instituciones quizás antes de llegar a esta situación podían habernos echado una mano.

Se la echaron al club cuando estaba con el agua al cuello con una solución que se puede calificar de chapucera, con el aval a la Fundación, que por cierto, fue lo que supuso su salida de la Fundación.

Así es. Pero con anterioridad a eso, yo digo, ¿dónde están las instituciones?

Sitúeme en el tiempo.

Cuando empiezan las incertidumbres, que la deuda empieza a hacerse muy grande y todos decimos, cuidado que viene Dalport, que luego fíjate el fraude que fue.

Ahí fue cuando aparecieron las instituciones con lo de la Fundación.

Hubo un momento en que pensé claramente, la deuda crece, ¡ayuda!

Pero cuando llegamos a Dalport ya estamos con el agua al cuello y la solución fue que la Fundación pidiera un crédito para comprar las acciones, que luego no pudo pagar. Y repito, supuso su salida como presidenta de la Fundación.

Sí, sí, y empiezan todas las chapuzas y los inventos.

¿Pero qué podrían haber hecho antes las instituciones?

Es solo una reflexión en voz alta.

Sigamos reflexionando en voz alta. ¿Y las instituciones tienen que ayudar a una Sociedad Anónima?

No, en principio no, pero esa SA se llama Valencia CF.

Y le ha dado tanto a la ciudad...

Claro... Ese es mi sentimiento, a lo mejor un señor que no es del Valencia CF, es del Barça, me dice, oiga, que yo soy tan valenciano como usted, y tiene razón, oye, que hubiera gestionado mejor el Valencia CF, pero todo lo que esta entidad le ha dado a la ciudad...

Es como negar lo que le está dando el Villarreal CF a Villarreal.

Ejemplo perfectamente válido, ha colocado a Villarreal en el mapa español, europeo y mundial.

Pero ojo, antes de Dalport, las instituciones le dieron al Valencia CF crédito tras crédito, pero ahí los valencianos no supimos.

Efectivamente. Ahí hubo una falta de saber hacer y de saber gestionar por parte de los dirigentes valencianos.

Supongo que todo esto le produce tristeza.

Muchísima. Me da mucha pena, y aparte, es que no veo una solución clara. No veo una salida airosa, no veo que podamos llegar a ese Valencia CF que todos queremos, a lo que fuimos...

En el concepto de ese Valencia CF que ha estado a punto de decir 'nuestro', cuando había un grupo de accionistas entre los que estaba por ejemplo Melchor Hoyos, tampoco era mío, pero sí hacían que lo sintiera, me sentía parte.

Correcto, con independencia de que el aficionado tuviera una, dos, tres acciones o ninguna, nunca se perdió ese sentimiento de que el Valencia CF era de los valencianos. Luego ya eso se fue desvirtuando cuando llegan los paquetes grandes de acciones, yo compro, yo vendo...

Por lo tanto, dado que la solución mercantil es muy complicada, como 'nuestro' no va a ser y lo de democratizar el club es una utopía...

Cuando digo nuestro me refiero a un sentimiento desde el corazón.

Dicho de otra manera, que los propietarios sean valencianistas y tengan el sentimiento.

Pero estamos en lo de siempre, quién en esta ciudad es capaz o puede entrar en el club. Músculo económico hay pocos que lo tienen en València, pero los hay, pero no solo es el dinero.

Hay que echarle valor. Mira, con el proceso de venta no se presentó ningún valenciano.

Sí hubo una oferta que tenía parte de capital valenciano.

A donde quería ir yo es que durante el proceso de venta no hubo una pelea o puja entre grupos de capital valenciano para quedarse con el Valencia CF, que lo necesitaba mucho en ese momento.

No, lamentablemente no. Eso es una realidad que está ahí.

Digamos que el capital valenciano, la burguesía valenciana, le tuvo miedo al ruido del momento, al músculo de la afición...

Pero yo lo que digo es, aquellos grupos de capital valenciano que en su momento tuvieron miedo o respeto, ahora...

Claro, ahora serían recibidos como héroes.

Exactamente.

Si llega el momento, la sociedad valenciana tendrá que dar un paso...

Bueno, ahí está la iniciativa de reciente creación de Torino a Mestalla, con mi querido Juan Martín Queralt al frente, que creo que es la persona adecuada, que puede aglutinar.

Si alguien puede aglutinar es Queralt, el verbo es perfecto.

Sí, sin duda, Juan es la persona. O una de las personas que podrían hacerlo.

La plataforma de Torino a Mestalla es la culminación de unas protestas que comienzan en la calle.

Sí, los diferentes grupos nos hemos ido dando cuenta de que tenemos que intervenir, y mira, ha sido ahora el momento, podría haber sido hace un mes o dentro de un mes, pero ha sido ahora y la verdad es que no tenemos mucho tiempo que perder. El momento en que todo hace 'clic' son las protestas del pasado mes de agosto en la calle.

Lo que nació como una protesta en la calle ahora se articula en torno a Queralt para despertar también a la sociedad civil. ¿Lo ve posible? Tiene un punto utópico que lo hace atractivo.

Sí. Puede tener un resultado fantástico, o puede quedarse simplemente en una ilusión.

Es la realidad.

Quiero pensar que va a salir adelante, y no que se va a quedar en un proyecto bonito. Quiero pensar que irá adelante.

Pero mire, yo creo que no fracasará. Me explico. Si fracasa será ante el muro inamovible de lo mercantil, de la propiedad privada que es sagrada, pero dejará un poso que es necesario, un poso de protesta cívica, un poso de que el valencianismo está vivo y se articula desde diferentes sensibilidades.

Eso puede ser un revulsivo muy importante. La unión hace la fuerza y todo ese sentimiento que todos tenemos pero unos protestamos por aquí, otros por allá... Se trata de poner el foco en lo que nos une y no en lo que nos separa, y hagamos las cosas unidos y dirigidos. Si unos vamos por aquí y otros por allá, aunque vayamos en la misma dirección pero unos a una velocidad, otros a otra... Todos unidos, organizados y dirigidos quiero pensar que es mejor.

Y aunque te estrelles ante el 83% accionarial de Meriton...

Que eso manda, nos guste o no nos guste.

Siempre quedará la idea de que 'el valencianismo está aquí'.

Y aunque la hija de Lim diga esto es nuestro y hacemos lo que queremos, esto al final les tiene que hacer ver las cosas de otra manera.

Hombre, si esto sirve para que miren al valencianismo con respeto, ya es algo.

Para empezar eso ya es conseguir mucho.

Usted me tiene que respetar porque para mí el Valencia CF es mi vida.

Claro, ahora bien, todos queremos que Lim deje de ser el máximo accionista, pero para eso hace falta dinero. ¿Quién?

La solución mercantil no tiene debate.

No, no lo tiene, pasa por el dinero. Entonces esos empresarios valencianos que en su día no se lanzaron, nosotros podemos unirnos y hacer que vean que el contexto es adecuado. La pregunta es, ¿van a estar dispuestos?

¡Ese es el trabajo de Martín Queralt!

Indudablemente. Venderle a esos empresarios que esto no es lo que era, que esto está unido, está organizado, estructurado. Esto no es el Valencia CF anterior al proceso de venta.

Esto no es una trinchera. Te vamos a discutir un fichaje porque esto es fútbol, pero sácanos de aquí, vas a tener nuestro apoyo y nuestro respeto.

Nuestro apoyo y respeto. Es otro planteamiento totalmente distinto, es un escenario diferente anterior en el que todos pensábamos, ¿por que no entra ningún valenciano?

Por lo tanto hay que cambiar el contexto. Si no es eso, ¿qué puede ser?

Pues mala solución, porque a lo mejor no es Lim pero es...

Lam.

Claro, Lam o un jeque de no sé dónde, y podemos tener el mismo problema. Puede que gestione mejor pero a ver si estamos en una y nos metemos en otra peor.

Que venga alguien y gestione mejor no sería complicado...

Sí, sí, pero me entiendes, ¿no?

Claro que te entiendo, que lo que queremos recuperar es otra cosa. Con el matiz de que nunca será mío.

Eso está asumido desde hace muchos años. Es la realidad.

Por lo tanto, busquemos alguien con la suficiente sensibilidad valencianista como para no echar a las peñas de Mestalla por dura que sea la crítica que hagan las peñas.

A las peñas, o tratarnos como nos ha tratado en muchos aspectos, o lo que decíamos antes, no tener un presidente que nos mande callar, ¿pero dónde se ha visto esto? Es una imagen que dice muchas cosas.

El tema es que no es un hecho puntual. En una de estas entrevistas alguien me dijo, mira, me da igual que el presidente del Valencia si Mestalla le pita le dé lo mismo, si quiere cuando llegue a casa que se ría, pero mientras estás en el palco y Mestalla te está pitando, tú tienes que estar como si fuese el entierro de un familiar. Te tiene que doler, el valencianismo tiene que ver que te duele, no puedes dar la imagen de que te da lo mismo.

Hombre, por favor, ha de ser el disgusto de tu vida. Luego este señor se va a su casa y no me importa, porque no lo veo y no me siento ninguneado.

¿Haber sido la hija de Melchor Hoyos le ha permitido aprender eso en casa?

Sí. La diferencia es que en ese momento lo vivías, lo sentías, lo respetabas, y luego te ibas a tu casa y eso continuaba porque tenías un disgusto que te morías, no cenabas, estabas preocupado y ya estabas pensando en qué has hecho mal para que eso se produzca. Porque si Mestalla te pita, si pasa eso, es por algo. Y estabas en casa preocupado, analizando y buscando soluciones, pero ahora la diferencia, y una mas, es que el que sea, se va a su casa y tan tranquilo. En mi época, al menos yo, me lo llevaba todo a casa, y francamente, no creo que estos señores se lo lleven a casa.

Más allá de si se lo llevan a casa o no, que no lo sabemos, el problema es que a través de muchas cosas han hecho saber al valencianista que 'no se lo llevan a casa'.

Claro, eso lo vemos todos. Son pequeños apuntes, o anécdotas, pero yo recuerdo a mi padre en casa después de haber perdido un partido, disgustadísimo y preocupadísimo, llamando por teléfono a un jugador y pegarle la bronca. Ya sé que no es labor de un presidente, pero si tengo que hablar con un jugador, hablo, con el entrenador, o como si tengo que hacer una reunión a las doce de la noche.

Sé que ha pasado mucho tiempo pero le tengo que preguntar por su salida de la Fundación.

(Silencio).

Uf, piensas mucho...

Sí, porque prefiero ser políticamente correcta. A ver, no había otra solución, las instituciones lo auspiciaron y lo arroparon, pero sigo pensando que la Fundación no era el vehículo apropiado para aquella maniobra y creo que el tiempo me ha dado la razón.

¡No me fastidie! Si el tiempo no le hubiera dado la razón no estaríamos aquí. Pero tal vez no todos los que lean esta entrevista sepan exactamente a qué se refiere. Mariola Hoyos fue la presidenta de la Fundación hasta que se decidió que la Fundación debía ser un instrumento político a través del cual se gobernaba el Valencia CF.

Y una Fundación deportiva no es un instrumento político.

Cuando el plan era que la Fundación debía ser el máximo accionista del Valencia CF para decidir quién debía ser el presidente del Valencia CF, la quitaron del medio.

Así es. Me limpia el señor Manuel Llorente, y digo señor porque yo soy una señora.

¿Cómo fue aquello?

La Fundación era una Fundación deportiva al uso, cuyos fines fundacionales eran los de una fundación deportiva, que funcionaba con su patronato, con sus becas y las cosas habituales. Y de la noche a la mañana cuando llega Manuel Llorente a la presidencia me comunica que se ha tomado la decisión de darle una nueva utilidad a la Fundación, de utilizarla como tenedora de las acciones y como vehículo político para todo este proceso que conocemos.

Perdone una cosa, pero la escucho y ese proceso de degeneración de no sentirte parte del club que ahora vive su máximo esplendor, empezó antes y en esto que cuenta también lo veo.

A mí me cambia el concepto.

Claro, estamos cambiando el Valencia CF de Melchor Hoyos y Jaume Ortí por otra cosa.

Yo dije, ¿esto qué es? Eso me causó malestar, y empecé a percibir movimientos extraños, y que yo por valencianismo, por dignidad valencianista, no lo veía.

¿Y qué le dijo Llorente?

Pues me dijo que si no lo veo y no lo comparto, que me marche, entonces como yo seguía creyendo en esa Fundación que yo había presidido...

La Fundación que usted presidía se dedicaba a hacer cosas para potenciar la marca Valencia CF.

Sí, de alguna manera engrandecíamos la marca del Valencia CF, era la parte bonita, la parte amable y solidaria, que esto es muy importante. Y yo me negaba a que eso se perdiera y se desvirtuara. Me desviví en ese proyecto pero no era la persona adecuada para ese nuevo rol que se le daba a la Fundación, y claro, no podía continuar. Tenían que continuar otros que creyeran en lo que Manuel Llorente encabezaba o proponía.

No lo digo por cebarme en Llorente porque se trata de analizar con perspectiva, pero claro, entre Dalport, esto de la Fundación que luego no podía pagar las acciones, el estadio a medio construir, es que estamos como estamos.

Por eso te decía que es un cúmulo de situaciones.

Si solo señalamos a Peter Lim no somos justos.

No, es injusto. Esto no ha sido Peter Lim y con él viene el desastre, miremos atrás.

Peter Lim ha sido la única solución que hemos encontrado.

Hemos de remontarnos atrás.

A usted le olía mal, pero seguro que jamás pensó que las consecuencias serían estas.

No, de verdad que esto no me lo podía imaginar jamás, nunca pensaba que llegaríamos a donde hemos llegado. Es una situación que verdaderamente preocupa.

Pues mire, yo hasta me he acostumbrado a que vendan jugadores, pero a otras cosas no.

Sí, me pasa lo mismo. Es que venden a Kondogbia, y mira, me da pena decirlo, pero me quedé así y dije, bueno, pues uno más.

Pero es que más grave que la venta de jugadores es el concepto con el que hemos empezado la entrevista, 'me estoy alejando'.

Sí, porque mañana viene otro y juega bien. Mira, yo veo tristeza, no quiero decir desafección, que en algunos casos sí, pero hay tristeza, por lo menos es mi sentimiento. Y un sentimiento relativamente extendido y generalizado. Es que nos hemos ido desilusionando porque ha habido una, otra... Hay gente que dice, 'yo Amunt Valencia CF pase lo que pase'.

Claro, el arrebato ese de Amunt Valencia CF yo lo digo cada mañana, pero...

Pero luego hay que ir a la gestión diaria. 'Amunt Valencia CF' lo decimos todos los días y que no lo perdamos nunca, eso no lo perderemos nunca porque lo llevamos en la sangre.

Que nadie deje de ser valencianista por esto que está pasando.

No, nadie. A mí por lo menos eso me lo inyectaron en vena desde los cuatro años y no lo he perdido. Qué pena...

¿Y la solución?

Pues mira, quiero pensar que estamos en ello.

La plataforma que lidera Martín Queralt me parece necesaria, es necesario que se articule una protesta que empieza en la calle y con ella se trate de aglutinar a la sociedad civil. Lo veo sano y necesario.

Totalmente, es sano y necesario.

Última pregunta, no imaginó que el invento de utilizar políticamente la Fundación nos traería aquí, pero ¿qué fue lo último que pensó?

Me di cuenta que había otras directrices, otro proyecto, que la Fundación se desvirtuaba, dejaba de ser lo que había sido, que es para lo que se creó, y decidí no seguir al frente de algo que no secundaba. Quizá no había otra alternativa por la situación de la sociedad y por la situación económica, pero yo no creía en ello y decidí marcharme.

Puedes leer en estos enlaces la anteriores ediciones de Las Charlas del Bar Torino.

Rafa Lahuerta: "Tenemos que ser capaces de articular una resistencia inteligente contra Meriton".

Sergi Calvo: "Mi temor es que Meriton deje caer el Valencia CF".

Marcos Colomer: "¿Cómo nos va a tener en cuenta Meriton si no nos necesita?".

Albert Cardà: "Me jode que Meriton tenga la capacidad de dividir al valencianismo".

Pedro García: "El valencianismo tiene que estar preparado para cuando Peter Lim decida vender el Valencia CF".

Salva Raga: "Si alguien quiere despatrimonializar el Valencia CF, será por encima de nuestro cadáver".

Carlos Medina (Drakul): "Lim no es una elección del valencianismo, es la única solución que hemos tenido".

Tono Errando: "Lim debe estar arrepentidísimo de haber venido al Valencia CF".

Paco Lluis: "Cuando se pueda tenemos que hacer en Mestalla la pitada del siglo contra Meriton".

David Montesinos: "Es imposible que desaparezca un sentimiento tan puro como el valencianismo".

Carles Sanchis: "Meriton se está preparando para una liquidación".

Fernando García Berlanga: "¿La solución del Valencia CFP? Quien sepa rezar que rece".

Jordi Sapena: "Ahora es el equipo quien está tirando del club y de la afición".