Toni Lato tiene tanto compromiso y sentido de la responsabilidad que el paso de las horas no le ayudó a espantar el fantasma del autogol que dio el triunfo al Atlético de Madrid en Mestalla. El de la Pobla de Vallbona revivió en su cabeza durante toda la noche la fatídica jugada del minuto 79. Fue una pesadilla. El colmo de la mala suerte. Afortunadamente, el cuerpo técnico y la plantilla lo arroparon, le quitaron hierro a una acción que «le podía haber pasado a cualquiera» y lo 'obligaron' a quedarse con el buen partido que firmó. El equipo no lo señaló. Todo lo contrario. Lo tuvo claro: «Cabeza alta, Toni»

Toni había dejado buenas sensaciones en el partido en su primera titularidad después de la lesión de José Luis Gayà. Estaba defendiendo a un nivel muy alto como el resto del equipo. Había controlado bien a Llorente. Sin embargo, el fútbol fue demasiado cruel con el lateral. Toni estaba bien colocado. Cerrando en el segundo palo. Cumpliendo con su obligación de que el balón no llegara a Trippier. Sin embargo, la pelota le jugó una mala pasada. No se la esperó. Toni intentó apartarse para que el balón pasara, pero no pudo reaccionar a tiempo. La jugada fue muy rápida. Dos cosas jugaron en su contra. Primero, que el centro de Carrasco viene a media altura y eso dificulta su movimiento de piernas. Segundo e igual de importante, que el balón está tapado durante buena parte del centro y que cuando casi lo tiene encima Eliaquim Mangala roza ligeramente y descoloca todavía más a Lato.

Fue un balón envenenado. Así lo entendió también el resto de compañeros. Los que hablaron con él le hicieron ver que se había tratado de una jugada desafortunada y que tenía que preocuparse por las facetas del juego que podría controlar y esa precisamente no dependió de él. «Le hubiera pasado a cualquiera». Toni estaba tocado, pero la ayuda de los suyos y sus ganas de cambiar su suerte en Ipurua lo levantaron. Su último mensaje así lo confirma. «Una lástima que el resultado sea injusto tras una acción de mala fortuna. ¡A pensar ya en el Eibar!».