El Valencia ha perdido salida de balón y fluidez en la circulación en los dos últimos dos partidos contra el Eibar y Athletic provocando un encefalograma plano en el centro del campo. Muy pocas veces Carlos Soler ha maniobrado con ventaja por dentro. Uno de los futbolistas que puede ayudar en fase ofensiva es Hugo Guillamón. La vuelta al grupo del canterano, ya recuperado de su lesión muscular en el isquio, tiene un doble valor para el equipo.

Atacar mejor pasa por recuperar la salida limpia de balón y Hugo ha demostrado sobradamente que es una garantía con visión de juego, precisión en el pase y capacidad para superar líneas y ofrecer ventajas a los centrocampistas con balones en mejores condiciones. Hugo vuelve a estar a disposición de Javi Gracia y esa es una buena noticia para este Valencia plano, previsible y fallón que no aprovecha sus recursos (por pocos que sean).

El de l’Eliana se incorporó al grupo este domingo después de dos semanas apartado de los terrenos de juego. Justo el plazo que le marcaron los médicos al conocer el resultado de las pruebas. Ni un día más, ni un día menos. El canterano sufrió una afectación en el tendón del isquio contra el Atlético y, aunque esquivó la rotura, ha estado dos semanas de baja en manos del fisio y el recuperador. Hugo fue baja contra Eibar (0-0) y Athletic (2-2), no se descarta para la Copa -llega justo- y su objetivo pasa por estar a tope el sábado contra el Barcelona. Hugo se había consolidado como titular en el centro de la defensa hasta la lesión. Goleó 4-1 por ejemplo al Real Madrid junto a Gabriel Paulista. Javi Gracia tendrá que decidir ahora. El técnico dio entrada a Eliaquim Mangala en Ipurua. El sábado apostó por un recuperado al 100% Mouctar Diakhaby. La última palabra es del entrenador.

Gracia decidirá siempre y cuando el Comité de Competición no castigue a Hugo con un partido de sanción por forzar supuestamente su quinta amarilla ante el Atlético. Pese a que inicialmente el Comité siguió el acta arbitral y no estableció ninguna sanción extra para Guillamón, el departamento de Integridad de la RFEF ha pedido que se abra este expediente para analizar si el jugador, a instancias del técnico, forzó la amarilla. La sanción implicaría una multa adicional de 600 euros. No existen precedentes en competición española. El problema es que hace dos semanas el acta arbitral no reflejaba ninguna infracción deliberada. Ahora sí hay una denuncia por escrito. Gracia se mordió la lengua en su última rueda de prensa. «Debo esperar y ya tendré tiempo de decir lo que piense. Ahora debo ser prudente, aceptar lo que se está haciendo y esperar, nada más». Una sanción contra el Barcelona -tres semanas después de la infracción del pasado 28 de noviembre- sería especialmente injusta porque Hugo podría haber cumplido su castigo extra el pasado sábado contra el Athletic. ¿Eso no es sancionar de forma deliberada?