La llegada de Peter Lim al Valencia en 2014 no ha tenido casi ningún efecto en la mayoría de contingencias previas que soportaba la entidad, desde la parálisis en la reanudación de las obras del nuevo estadio o la venta de las parcelas del actual Mestalla, así como la ciudad deportiva de Porxinos. El colapso ha llegado a tal punto de tensión que el ayuntamiento de València insta al club, casi a diario, a la búsqueda urgente de soluciones ante la caducidad de la ATE, con el silencio como única respuesta. El único de los nudos superados, de momento, ha sido el de la sanción de la Comisión Europea por supuestas ayudas de Estado, después de que el Tribunal General de la Unión Europea estimase el recurso de nulidad por parte del club a la multa de 24 millones de euros, una sentencia recurrida por Bruselas.

Pero desde el primer día del desembarco del empresario singapurés en Mestalla, ha habido una parcela en la que la actividad ha sido frenética: la planificación deportiva, la compraventa de jugadores para la primera plantilla. En el inicio de su séptima temporada como máximo accionista al frente del club, la cifra acumulada entre fichajes y ventas asciende a 965.913.000 euros, según recoge un informe elaborada por el economista Gaspar Romero Giner. En el inminente mercado de invierno, atendiendo a los planes avanzados por el presidente Anil Murthy en la pasada Junta de Accionistas - «quedan dos años difíciles con más ventas»-, el Valencia de Lim podría rebasar los mil millones de euros en movimiento de mercado.

La dispar trayectoria deportiva del Valencia durante el mandato de Lim, que ha viajado de cuartas posiciones a fracasos rotundos, no ha sido óbice para que la entidad haya renovado constantemente su plantilla, hasta ver pasar a un total de 86 jugadores con minutos oficiales (en Liga, Liga de Campeones, Copa del Rey, Liga Europa y Supercopa de España). Como recoge el informe, en adquisiciones el Valencia ha sobrepasado los 500 millones de euros (502.976.000 euros). En la temporada 14/15 se compró por valor de 83,3 millones, 106,6 en la 15/16; 60,4 en la 16/17; 86,9 en la 17/18; 115,4 en la 18/19 y 50,2 en la 19/20. Un gasto que se ha frenado en seco en el último mercado, donde no se invirtió ni un solo euro en refuerzos. Por contra, en materia de ventas la suma alcanza los 432 millones de euros. A pesar del desmantelamiento de la plantilla en la actual temporada, no ha sido el verano en el que Meriton ha ingresado más en concepto de ventas. Los 71,3 millones de la salida de Rodrigo, Ferran Torres, Kondogbia, Coquelin y Parejo fueron superados en 2016 con los 116 millones que supusieron las salidas encabezadas por André Gomes, Paco Alcácer o Mustafi. Además, en la 14/15 se ingresaron 45,4 millones; 49, 2 en la 15/16; 50,1 en la 17/18; 67,3 en la 18/19 y 32,5 en la 19/20.

A estas cifras cabe sumar los 31 millones de euros pendientes de cobro de posibles ingresos y gastos por objetivos. Los traspasos se podrían incrementar en 14,4 millones más, por 16,5 las ventas, por los extras que pueden reportar operaciones como la de Ferran Torres.

El movimiento de mercado, salpicado de decisiones con mucha controversia como los despidos de Marcelino García Toral y Mateu Alemany en el momento de mayor prestigio, han conducido al Valencia a su momento actual, con una plantilla debilitada, más próxima al descenso que a Europa y que se ve expuesta a nuevas ventas. El traspaso de jugadores ha sido, junto a los derechos de televisión y los sustenciosos premios de la participación en la Liga de Campeones, el motor económico de la inversión de Lim, exactamente el mismo modelo que se aplicó en épocas de austeridad tecnócrata.

Beneficio neto de 220 millones

La parálisis de los principales proyectos patrimoniales, como el nuevo estadio y la venta del actual Mestalla, o la deuda de 458 millones (220 de ellos a corto plazo), que se han estancado a pesar de la llegada de un nuevo inversor, da pie al mencionado informe a interpretar que Peter Lim «no se ha preocupado desde su llegada en resolver los problemas del Valencia ni en crear valor para el resto de accionistas». Por ese motivo, se considera que su etapa en el club de Mestalla «ha sido un negocio diseñado para comprar y vender jugadores mientras se pagan comisiones».

De hecho, por primera vez las cuentas del Valencia recogen el importe pagado por el club en el concepto de comisiones. Así en los números aprobados de la temporada 2019/20, el Valencia pagó 4,2 millones en comisiones, lo que supone un 9,21% de los 50,2 millones de euros totales en importe de traspasos. Por otro lado, la venta de los principales jugadores (desde Otamendi en 2015 a Rodrigo Moreno el pasado verano) ha supuesto para el Valencia un beneficio neto, restadas las amortizaciones pendientes en los casos que las hubiera, de un total de 220 millones de euros.