Este jueves termina la primera vuelta de la Liga. El Valencia CF pondrá fin en Mestalla a la primera mitad del camino. En definitiva, 19 partidos tras los que todos los equipos hacen balance de su funcionamiento, el líder alardea con el oficioso honor de ser el campeón de invierno y los que se encuentran en la zona de descenso se proponen enmendar el problema en la segunda vuelta de la competición.

Para el Valencia, el de Osasuna no va a ser un partido cualquiera. La cita encierra un valor motivacional que traspasa los tres puntos. Además de enlazar por vez primera seis puntos, con los que poder mirar aunque sea de reojo las distancias con la séptima plaza, última que podría ser europea, los de Javi Gracia se juegan también la última carta para dejar atrás el estigma de la peor primera vuelta desde los años 80 del pasado siglo.

Durante las últimas cuatro décadas, el peor bagaje para el Valencia en una primera vuelta data de principios del año 1983. Por entonces, la competición consistía en la disputa de 34 fechas entre 16 equipos, y tras la goleada encajada a manos del Real Madrid (5-1) en el primer partido del año, media España daba casi por sentenciado al conjunto entrenado por el balcánico Miljan Miljanic, que había reemplazado a Mestre en noviembre. El valencianismo vivió partidos agónicos en el último tramo del torneo con Koldo Aguirre en el banquillo. La revancha in extremis contra el Madrid, con el icónico gol de Tendillo en casa, salvó del descenso al Valencia, que había llegado a esa última jornada como colista.

Pase lo que pase frente al rival navarro, la del curso 1982/83 continuará siendo la primera vuelta más pobre en cuarenta años. Sin embargo, si no ganan a Osasuna, los blanquinegros sí protagonizarán el peor registro desde entonces hasta la actualidad. Peor incluso que la temporada del descenso en 1986, ya que aquel año no fue hasta el mes de diciembre cuando el Valencia de Valdez, y posteriormente de Di Stéfano, se desplomó.

Una lectura más positiva, por contra, puede extraerse de la primera vuelta más floja en el presente siglo XXI, la del curso 97/98. En septiembre de 1997, después de tres derrotas, Paco Roig destituyó a Jorge Valdano. La profunda remodelación que lideró Claudio Ranieri tardó en fructificar y el técnico italiano camino por alambre hasta el sufrido empate de San Sebastián a principios de diciembre gracias a un gol de Gaizka Mendieta. Fue un punto de inflexión, pese a que al final de la primera vuelta el Valencia del romano sumaba un punto menos que los 22 que podría obtener el de Gracia en el presente si se impone a Osasuna. Para la segunda vuelta los murciélagos de 1998 contaron con el impulso del fichaje del rumano Adrian Ilie. Y, más tarde, los primeros meses de Ranieri acabaron siendo el germen de los campeones de Copa en 1999.

Meriton, etapa oscura

Posteriormente, en la década entre 2011-2020, se dieron cinco de las peores ocho primeras vueltas del Valencia en 40 años, la mayoría de ellas bajo la gestión de Peter Lim. Como contrapunto positivo se hallan los 40 puntos con Marcelino, los 38 en el primer año de Meriton con Nuno en el banquillo e, incluso, cómo reaccionó el equipo también de Marcelino en 2019 con un billete para la Champions y el título de Copa tras alcanzar apenas 23 puntos entre las jornadas 1 y 19.

Ahora, el Valencia buscará los 22 puntos en 19 jornadas. La confirmación de la reacción experimentada en Valladolid, e igualar los números del equipo con Pako Ayestaran, Prandelli y Voro hasta la jornada 19 del curso 16/17, la cifra más baja en este siglo XXI en una primera vuelta, con el propósito de mejorarlos al concluir esta Liga 2020/21.