Conmocionado por los malos resultados y aturdido después de tanto golpe, el Valencia encontró consuelo en el Elche, víctima de una racha todavía peor que la suya. En un duelo por todo lo bajo, fue una victoria mínima, de esas de resoplido cuando pita el árbitro. Sin embargo, tal y como está el equipo de Javi Gracia, el 1-0 hay que celebrarlo como una goleada. Sobre todo porque no hubo ningún momento, incluida la última jugada, en el que se dejara de visualizar la enésima tragedia en Mestalla. La angustia duró hasta el final. Cada balón al área de Doménech era una oda al sufrimiento. Fueron nada menos que 10 los saques de esquina que botó el equipo de Almirón, cuyas 14 jornadas sin alegrías tampoco son casualidad.

No queda más remedio que encomendarse a esta clase de victorias, fundamentales para escapar de la quema. El marcador es muy bueno para el Valencia, que nunca había dejado su portería a cero en Mestalla. Visto el partido, aun así, las sensaciones siguen siendo malas, sin posibilidad de tregua y a expensas de un equipo tan raquítico como el franjiverde. De más a menos, el Valencia fue viendo cómo se le escapaban las oportunidades, suficientes en cantidad y calidad como para haberse impuesto de calle. Además, todas llevaban el denominador común de ser clarísimas, del penalti que detuvo Badía al rechace de Guedes a un palmo de la línea o el slalom maradoniano de Soler desviado in extremis. Ninguna acabó dentro.

En comparación, las aproximaciones del Elche fueron bastante peores. El peligro vino más que nada del continuo goteo. Como con la lluvia que iba y venía, Doménech acabó empapado. Con buenas manoplas y algún renuncio entre medias se sucedieron los tiros de Cifuentes, Boyé, Morente y sobre todo un Mojica empeñado en chupar cámara. El partido nunca dejó de estar abierto. En ningún momento terminó de soltarse el Valencia ni tampoco llegó a encogerse el Elche. Con más emoción que fútbol, los dos sabían lo mucho que se jugaban. Por eso para el Valencia el triunfo vale doble. Respira y descuelga a un rival hasta ahora directo. Una vez más los resultados por delante del juego a la espera de que así se vaya mejorando.

Respira también Javi Gracia, de nuevo con la soga al suello. El técnico recompuso el once después de las discutidas rotaciones de Sevilla, aunque lo más noticiable no fue eso. Ni siquiera el indulto a Guillamón, que alivió la tensión en defensa. La gran novedad fue Guedes, cuyo perdón dio pie al gol de la victoria. El portugués, que no pasó del gris a los colores quitando de eso, se sacó un servicio medido al corazón del área para que lo cabecease Wass, tan listo en el desmarque como Mojica atolondrado en la marca. El bingo premió el buen arranque del Valencia, capaz de activarse ante un Elche simplón que demostró porqué es hoy el más flojo del campeonato. No gana desde que lo hizo precisamente contra el Valencia allá por octubre. Y visto lo visto tendrá difícil volver a sumar de tres si no cambia nada.

En otras circunstancias el triunfo no habría sido por la mínima. Pero el Valencia está donde está por algo. Entre otras cosas porque le cuesta un mundo imponerse en las áreas. Esta vez especialmente en la rival, donde llegó a perdonar situaciones inverosímiles. Parecía que ninguna superaría la del error de Wass cuando perdonó una salida en falso de Badía. De todas las opciones que tenía, incluida la de asistir a Maxi, eligió la peor y el balón impactó en el cuerpo de Diego González. El portero franjiverde se desquitó parándole un penalti a Soler, al que le salió caro no ajustar la mirilla. Poco fino en otros lances, Badia aguantó y se lanzó al lado que tocaba. El castigo, por cierto, no tuvo discusión. Barragán tumbó a Manu Vallejo con alevosía en el área y no hizo falta ni el VAR.

El Elche trató a duras penas de ganar yardas, consciente de que si se metía atrás estaba sentenciado. Fue así como superó sus peores momentos, tramos en los que estuvo tan descompensado como Mojica, clarividente arriba y obtuso en defensa. El colombiano tuvo la culpa de perder la marca de Wass en el gol, pero siempre fue sinónimo de barullo. Lo demostró con un proyectil ante el que Domenech actuó como escudo, el primer gran susto en el área local, donde Tete Morente le dio enseguida la réplica con un recorte en seco a Paulista.

Con una marcha menos, el Valencia bajó el pistón tras el descanso pero aun así siguió desaprovechando ocasiones. Escocido por el penalti, Soler fue avanzando desde la medular y con dos rivales por los suelos vio como su disparo acababa en córner. Hasta las carambolas le dieron la espalda, como cuando después de mil y una imprecisiones el balón impactó en Guedes y se escapó junto al palo. Estaba claro que la única manera de ganar era que el Elche no marcara, algo para lo que habría necesitado otro partido por su falta de colmillo. Con angustia hasta el último suspiro, el resoplido del final se escuchó más allá del estadio.

- VÍDEO RESUMEN -

- FICHA TÉCNICA -

1 - Valencia: Jaume Doménech, Thierry, Hugo Guillamón, Gabriel Paulista, Gayà, Wass, Carlos Soler, Racic, Guedes (Musah, m.87), Manu Vallejo (Kang In Lee, m.74) (y Maxi Gómez.

0 - Elche: Edgar Badía, Barragán (Pere Milla, m.46), Gonzalo Verdú, Diego González, Mojica, Josan (Cifuentes, m.46), Marcone, Raúl Guti (Víctor, m.80), Tete Morente, Boyé y Rigoni (Carrillo, m.77).

Gol: 1-0, m.23: Wass.

Árbitro: González Fuertes (comité asturiano). Amonestó por el Valencia a Wass y por el Elche a Gonzalo Verdú, Barragán, Tete Morente, Marcone, Cifuentes y Víctor.

Incidencias partido disputado sin público en Mestalla y con fuerte viento. Se guardó un minuto de silencio por Alberto Arnal, ex jugador del Valencia y el Sabadell de los años sesenta, y por el ex piloto valenciano de Fórmula Uno, Adrián Campos.

- NOTAS DEL PARTIDO -

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