Ser capitán de un equipo de fútbol es algo más que llevar el brazalete o ser el primero en levantar la Copa cuando se gana un título. Y como todo, es bonito cuando las cosas van bien y complicado cuando van mal. Y en el Valencia CF no van mal, van fatal. Basta dar un vistazo a la clasificación para constatar que, efectivamente, van fatal. Y como van fatal, les toca a los capitanes arrimar el hombro. Lo están haciendo y lo llevan haciendo desde que empezó la temporada. Pero ahora tienen otro trabajo, no se trata que ellos den todo sobre el terreno de juego como capitanes, ni siquiera se trata de que den ejemplo en cada partido y en cada sesión de entrenamiento, su trabajo ahora es intentar involucrar a todos los futbolistas porque todos son necesarios para evitar que el Valencia CF descienda a segunda división. Todos son importantes pero algunos son más importantes que otros, es decir, hay jugadores que tienen más condiciones y por lo tanto pueden dar más, y a ellos hay que exigirles más. Evidentemente, si un futbolista entra en esos parámetros es el portugués Gonçalo Guedes. Ya no se trata de que sea el fichaje más caro de la historia del Valencia CF -pagó por él 40 millones de euros al París Saint Germain- o que al club le cueste algo más de once millones de euros anuales entre sueldo -4,5 bruto- y amortización -ocho millones-, se trata de que es el futbolista más desequilibrante del equipo. Si quiere, puede ganar partidos.

¿ES CUESTIÓN DE ACTITUD?

Sin duda. Por ello el portugués ha recibido ya algunos avisos en lo que va de temporada. El último el pasado domingo, cuando Javi Gracia lo sustituyó en el descanso del partido ante el Real Madrid. El Valencia CF perdió la primera parte 2-0 después de jugar un partido lamentable. Salió a pasearse. El técnico navarro sustituyó al portugués en el descanso y metió al joven Yunus Musah por banda izquierda. Más claro agua sobre todo porque llueve sobre mojado. En la segunda jornada del campeonato, ante el Celta de Vigo en Balaídos, el Valencia CF se fue al descanso perdiendo 1-0 tras un flojo primer tiempo y Guedes ya no salió. Gracia lo cambió por Manu Vallejo. De los tres, el aviso más evidente fue en Copa del Rey. Ni siquiera viajó para el partido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Tras ello el portugués amagó con reaccionar y pocos días después estuvo bien ante el Elche y suya fue la jugada que permitió ganar al Valencia CF con gol de Wass, pero poco más. Para el partido ante el Celta Gracia ya ha probado durante la semana con Yunus en la banda izquierda y salvo sorpresa mayúscula, el portugués será suplente ante el Celta de Vigo.

Son tremendamente llamativas las piruetas que ha tenido que hacer el entrenador en ocasiones antes que poner a Guedes. Ante la Real Sociedad, por ejemplo, puso de titular a Álex Blanco y cuando decidió cambiarlo, estando Guedes en el banquillo, puso a Lato y jugó con un doble lateral en la banda izquierda. Algo similar hizo en rueda de prensa cuando se le preguntó por su ausencia en Sevilla y si todavía tenía esperanza en recuperarlo: «El fútbol es presente y es rendimiento y a partir de ahí tratamos, no solo Gonçalo, que todos ellos den lo mejor y que el equipo se vea beneficiado. No tengo nada más que decir de Gonçalo, más allá de que los considero un jugador de gran capacidad y confío en que de aquí a final de temporada va a ser importante». El Valencia corre peligro de descender a segunda división y su futbolista más desequilibrante parece estar en otro planeta. ¿Quién lo devolverá a la tierra?