El caprichoso destino y el inefable fútbol han querido que este fin de semana vuelvan a cruzar sus caminos Pepe Bordalás y el Valencia CF. El técnico alicantino, que vivió un enfrentamiento abierto con Marcelino García Toral como consecuencia de la eliminatoria copera entre Valencia CF y Getafe del año 2019 que lanzó a los de Mestalla hacia el título, estuvo el pasado verano en la terna de técnicos que el Valencia CF barajó para su banquillo. Es más, si se hubiese tratado de uno de estos ‘reality shows’ que están tan de moda ahora, habría llegado hasta el último programa.

Tras el casting de entrenadores que realizó Meriton el pasado verano, Javi Gracia y Bordalás fueron los que más y mejor encajaban en el perfil deseado por la entidad, si bien es cierto que uno tenía contrato en vigor con un club como es el Getafe, mientras que el otro estaba libre lo que a su vez hacía que su caché fuese más reducido. Peter Lim deshojó la margarita y el elegido fue Javi Gracia, que llega a la cita de este sábado en una posición algo más holgada que la de su homólogo, pero que tampoco está para lanzar cohetes ni mucho menos. De hecho, una derrota en el Coliseum este fin de semana unida a una serie de resultados que favorezcan a los equipos de la parte más baja de la tabla puede volver a situar al Valencia CF al borde del abismo.

En el caso de Bordalás, Ángel Torres, presidente azulón, declaró la pasada semana que la relación con su técnico estaba “mejor que nunca” cuando fue preguntado por la continuidad del entrenador: “La relación está mejor que nunca y tiene todo mi apoyo, así que ¿por qué no se va a sentar en el Villamarín?”. En efecto, el entrenador dirigió al Getafe en el partido frente al Betis, que de nuevo se saldó con derrota y deja al equipo capitalino a tres puntos del descenso y con apenas seis victorias en 24 jornadas. Son cuatro derrotas y un empate en los últimos cinco partidos.

Ya se sabe que es práctica habitual en esto del fútbol salir a ratificar al técnico cuando realmente está cuestionado y la prueba más evidente fue cuando Anil Murthy, después del empate del Valencia ante el Cádiz (1-1), se acercó a Paterna para decirle a Javi Gracia: “Seguimos confiando en ti”. Nadie se lo había pedido, pero esa confianza habría que haberla visto en el caso de haber perdido ante Elche o Celta en Mestalla.

La ratificación suele ser el paso previo a la destitución si los resultados siguen dando la espalda y aunque esta semana el presidente no ha hablado públicamente, la intención del mandatario azulón podría ser acabar la temporada con Bordalás, aunque los resultados son siempre los que mandan.

En el caso de técnico alicantino su mérito en Getafe no se puede poner el duda puesto que cumple ahora su quinta temporada (tiene contrato hasta junio de 2022) y si en la primera logró el ascenso a LaLiga Santander, en las tres últimas en las tres primeras lo dejó en octava, quinta y octava posición de la tabla, si bien es cierto que este curso el equipo está evidenciando un descenso brusco de rendimiento. Si a eso le añades un juego que estadísticamente te dice que el Getafe es el equipo con más cartulinas amarillas de LaLiga Santander, unos datos que hablan por sí solos de una personalidad o un estilo muy marcados, todo hace pensar que la fórmula de su éxito puede estar empezando a ser insuficiente en su actual club. De hecho, desde algunos sectores se ha apuntado a la pérdida de la confianza de los jugadores en su discurso como otro de los factores que afectan al rendimiento.