Gonçalo Guedes debe hacer mucho más para acallar las críticas que le han perseguido desde que la irregularidad se convirtió, ya a finales de su primera temporada, en su compañera habitual como jugador del Valencia CF. El portugués ha repartido más tristezas que alegrías entre los aficionados durante sus casi cuatro campañas con la camiseta blanquinegra. Las lesiones han tenido parte de la culpa, aunque ni mucho menos toda, del frenazo de un velocista con estilo, cintura y disparo que, en aquellos meses finales de 2017, parecía llamado a marcar época. Hoy, a sus 24 años, Guedes sigue estando a tiempo de todo. La clave es seguir el camino por el que le guía la luz del pasado viernes. Ese fogonazo de talento con el que dio la victoria al Valencia sobre el Villarreal en el minuto 91.

Control con el exterior de la bota derecha en las puertas del área. Dos toques con la misma pierna para driblar con un cambio de ritmo a Jaume Costa y latigazo con la zurda. Cruzado. A media altura. Imposible para Asenjo. Una de esas acciones al alcance de muy pocos jugadores, pero que el portugués todavía ofrece con bastante menos constancia que cualquier estrella. Este ha sido solo el segundo gol de Guedes en la Liga después de 26 jornadas. Hasta el momento, el actual es el curso más pobre del ex de Benfica y PSG. Sin lesiones que le atormenten, con la del tobillo del año pasado, en el que se perdió casi cuatro meses y dejó en su currículum solo dos goles y dos asistencias en algo menos de 1.500 minutos. Sin una competencia feroz en un proyecto para el que se le presuponía su abanderado más brillante. Por delante, por supuesto estatus, de Cheryshev para el extremo izquierdo o de Kang In Lee para la mediapunta.

Pese a ese camino allanado, a estas alturas de temporada la realidad de Guedes dictamina que ha jugado más minutos que sus competidores directos por hacerse espacio en el once, entre ellos, el joven Álex Blanco. Sin embargo, no puede decirse que sea indiscutible o uno de los imprescindibles de Javi Gracia al lado de los capitanes José Gayà, Carlos Soler o Gabriel Paulista, u otros hombres de importancia en el vestuario como Wass o Maxi Gómez. Todos ellos, hasta un total de ocho futbolistas, entre los que también se hallan Correia, Racic y Jaume, han sumado más minutos en el campo que los 1.450 del luso. De hecho, el entrenador navarro no lo utilizaba desde el 14 de febrero en Valdebebas, día en el que mostró una deficiente actitud defensiva contra el Real Madrid. A lo largo de la temporada se ha quedado hasta cinco veces en el banquillo y una fuera de la lista por decisión técnica -en la eliminatoria de Copa en Sevilla-, además de los dos partidos sancionado por menospreciar al árbitro en Granada.

Cuatro goles, dos de ellos en Terrassa, y un par de asistencias conforman un bagaje demasiado triste para un futbolista con su talento. A falta de 12 jornadas de Liga, 36 puntos en juego, Guedes tiene ante sí la oportunidad de dar con la regularidad que el valencianismo tanto ansía de él. La ocasión de lanzar al Valencia en el sprint final hacia el intento de verse el próximo año en la nueva Conference League de la UEFA, si es que es capaz de contribuir con jugadas determinantes como la del viernes para optar a la séptima plaza... y el Barça gana la Copa. Y, a la vez, apurar el último tren para volver a la selección de Portugal a tiempo de estar en la Eurocopa 2021. Justamente, a finales de este mes, el seleccionador de su país dará una de las últimas listas previas al torneo.

El ejemplo del final de la temporada del Centenario

Quizá, hoy el magnífico arranque que tuvo como valencianista en septiembre de 2017 queda demasiado lejos, pero no tanto los cinco tantos con los que ayudó al equipo a meterse en Champions en 2019 gracias a sus cinco goles y dos asistencias entre las jornadas 27 y 38. Precisamente, desde que lo hizo al Levante y al Betis en abril de hace dos años Guedes no encadena dos duelos de Liga marcando... Este viernes contra los granotas podría romper la racha, ya que apunta al once de Javi Gracia.

Tanto la celebración del tanto, en la que se llevó el índice a la boca mandando callar, como la explicación del gesto del jugador han despertado la polémica. Guedes dijo que era para sus «amigos», que decían que no marcaba. Al día siguiente sus amigos se llevaron también el dedo a la boca. Fotografía: redes sociales.