Maxi Gomez no atraviesa uno de sus mejores momentos en el Valencia CF. La temporada del uruguayo no es buena y el equipo está echando de menos sus goles. Sus registros son demasiado pobres para un delantero centro de talla internacional como Maxi. Solo 5 goles en las primeras 28 jornadas de LaLiga. Para encontrar el último gol del charrúa hay que remontarse al 4 de enero en el Valencia-Cádiz disputado en Mestalla. Hace caso tres meses.

El jugador no está fino cara a puerta y el partido del domingo contra el Granada es la confirmación de que ha perdido su instinto de 'killer' que le convertía en un jugador diferencial para el equipo. A su falta de puntería hay que unir ahora las primeras críticas de una afición que tenía muchas esperanzas depositadas en el futbolista esta temporada después de la venta de Rodrigo Moreno a Leeds.

Javi Gracia no ha perdido la confianza en Maxi y a pesar de su pérdida de olfato de gol sigue apostando semana tras semana por el uruguayo en el once titular al mismo tiempo que sigue trabajando en la ciudad deportiva de Paterna para abastecer al delantero de más y mejores balones durante el partido.

El vestuario sabe que las cosas no le están saliendo a Maxi como esperaba este año y saben que necesita más apoyo que nunca. Los capitanes, igual que sucede con Gonçalo Guedes, saben que el equipo necesita la mejor versión del uruguayo y trabajan de forma intena para recuperarlo.

También con gestos publicos. Como el de Carlos Soler. El '8' tiró de brazalete después del partido contra el Granada y publicó en sus redes sociales una fotografía en la que está tendiendo la mano a Maxi para levantarlo del césped. La imagen simbólica incluye dos emoticonos con dos manos entrelazadas. Una señal inequívoca de que los 'capos' están al lado del uruguayo en este momento difícil.