El Caso Cala ya ha superado a sus dos principales protagonistas, Juan Cala y Mouctar Diakhaby. Ha trascendido el problema concreto del partido entre el Cádiz y el Valencia CF y ha adquirido una dimensión que afecta a la sociedad civil en general. Ya no se trata tanto de si se puede demostrar que Juan Cala le dijo un insulto racista a Diakhaby, y en tal caso si debe estar dos o doscientos años son jugar a fútbol. De hecho, no es lo que persigue el Valencia CF. Se trata de adecuar las leyes a una obligación que ha de tener la sociedad y por lo tanto el deporte: luchar contra el racismo.

Cuando el presidente del conjunto valencianista dice en público que el club que preside está dispuesto a llegar hasta el final, está diciendo fundamentalmente que hay que cambiar los protocolos en las normas que rigen la competición. En otras palabras, lo que pide el Valencia CF es que en una situación como la que se dio el pasado domingo no tenga que ser la víctima o el presunto agredido, en este caso el Valencia CF y Diakhaby, quien tenga que decidir si se reanuda el partido o no, y que tenga que hacerlo bajo la 'amenaza' de ser sancionado. Porque eso es lo que hizo el juez del partido en aquel momento, el árbitro informó al Valencia CF del protocolo que marca la ley en ese tipo de situaciones, por lo tanto, lo que hay que cambiar es la ley. Hay que hacer una nueva norma, una nueva ley, la LEY DIAKHABY.

Estas son las palabras de Anil Murthy el pasado lunes: «Lamentamos que tras el incidente no hubiera ninguna reacción para detener el partido y que tuvieran que ser nuestros jugadores quienes se plantaran para abandonar en bloque el terreno de juego. Ante este tipo de situaciones no puede haber inacción. A partir de ahora queremos ver una reacción para cambiar estos protocolos, para proteger los vulnerables. Porque si no cambiamos esto, vamos a dar un mal ejemplo a todo el mundo. Tuvimos que salir a jugar porque la normativa desprotege en este tipo de casos a la víctima y al equipo. Esto tiene que cambiar. Ya ha cambiado en otras ligas y ahora también debe hacerlo en la competición española. No podemos ponernos de perfil con algo tan grave como el racismo. Es el momento de cambiar y el Valencia CF va a ir hasta el final en apoyo de su jugador y en contra del racismo»

¿Quién cambia la ley?

En la sociedad civil quienes hacen las leyes, y por lo tanto las pueden cambiar, son los políticos. En este sentido, el Ministerio de Igualdad y el de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha remitido una carta a La Liga Nacional de Fútbol Profesional y la Real Federación Española de Fútbol y en ella los dos ministerios resaltan «la situación alarmante» que se derivó cuando «Diakhaby, que había denunciado una agresión racista y había recibido la solidaridad de sus compañeros al retirarse todos a vestuarios pero que regresaron al césped ante el riesgo de perder tres puntos, terminó en el banquillo mientras el presunto agresor, Juan Cala, continuaba en el terreno de juego».

En lo que a las normas que rigen las competiciones, son la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional quienes tienen la potestad de cambiar el reglamento de la competición y crear los protocolos necesarios para que no sea la víctima quien tenga que decidir en caliente si se reanuda el partido y menos tener que decidir ante la posibilidad de ser sancionado si decide abandonarlo. Ha de ser el colegiado, o un juez habilitado a tal efecto que esté en el partido, quien decida si el partido se suspende o si se reanuda. Y si se reanuda, en qué condiciones se reanuda. De momento no deja de ser llamativo que ningún equipo de la Liga de Fútbol Profesional se ha pronunciado porque se trata de un tema que les afecta a todos, mañana puede ser otro club quien se convierta en víctima. En este sentido, se puede afirmar que ni la LFP ni la Federación están parados, la Liga ha creado una comisión de investigación y enviado todos los vídeos y audios del partido a una empresa especializada y la Federación, o concretamente el Comité de Competición ha abierto expediente extraordinario a Cala, tras recibir informe de Integridad y también escrito del Valencia CF, por el 'caso Diakhaby'.Reaccionó el Cádiz

La reacción del Cádiz no se hizo esperar, y al poco emitió un comunicado en el que que decía estar «de acuerdo y aplaudimos que la RFEF abra una investigación» y «esperamos y confiamos que, por el bien del fútbol, se llegue hasta el final del proceso de investigación». Pero sobre todo, añadía: «Si la investigación finaliza, como estamos seguros, resolviendo la concurrencia de una acusación injusta a nuestro jugador Juan Cala, ese mismo organismo, siguiendo el mismo criterio, deberá tomar las medidas necesarias para que los que hayan acusado sin ningún tipo de pruebas sean sancionados», en una clara referencia al presidente del Valencia CF, Anil Murthy.