La decisión está tomada desde hace semanas. De hecho, este periódico ya publicó a mitad del pasado mes de marzo que el Javi Gracia no continuaría la temporada que viene. Solo un atisbo de buenos resultados en forma de cuatro victorias consecutivas hizo que el club de Mestalla se plantease darle una segunda oportunidad y Gracia pasó entonces a estar en la terna de entrenadores del futuro pero ni mucho menos el primero. La realidad ha sido tozuda y el equipo no ha mejorado desde entonces. De hecho, hasta ha empeorado cuando ha llegado el tramo clave de la competición: los diez partidos finales.

El Valencia de Javi Gracia ha sumado tres puntos en los últimos cinco partidos -es decir, tres puntos de quince- merced a tres empates, ante el Betis en el Villamarín y frente a Real Sociedad y Alavés en Mestalla. Esto le ha llevado a estar solo siete puntos por encima del descenso cuando faltan otras cinco jornadas por disputarse, que significa que no tiene la salvación matemática en el bolsillo y sobre todo, que está a tiempo de meterse en un lío porque el próximo partido se mide al FC Barcelona en Mestalla

Los males del equipo son infinitos, de hecho ha sido incapaz de encadenar dos victorias consecutivas en 33 partidos, y todos confluyen en la decisión de Peter Lim y Anil Murthy de fichar a Javi Gracia como entrenador, y sobre todo, de mantenerlo en el cargo. Un entrenador que sepa trabajar con los futbolistas jóvenes. Ese fue el gran argumento de Meriton el verano pasado para fichar a Gracia. Error. El técnico navarro ha apostado por los futbolistas jóvenes cuando no ha tenido más remedio pero sobre todo, no ha ejercido de líder de un vestuario joven con líderes nuevos. Por ello el perfil que se busca para la temporada que viene es otro, o mejor dicho, es totalmente diferente. En otras palabras, para la temporada que viene el Valencia CF busca un líder, un técnico que asuma la presión y dé un paso al frente en momentos delicados. Algo que Javi Gracia no ha hecho en ningún momento. El entrenador solo ha dado un paso al frente para recalcar que no se tiene en cuenta con él en la planificación deportiva.

A falta de estructura...

La temporada todavía no ha terminado para el Valencia CF pero ha dejado una lección: el equipo necesita un entrenador que sea un líder. Por otra parte, tal y como está montado el club, con una estructura que es casi anónima, el único que puede ejercer el liderato es el entrenador. De hecho, se puede comprobar en estos días la falta de liderazgo en que nadie sale en público a pedir, por ejemplo compromiso al equipo, o paciencia y unión a los aficionados.

Lo hizo José Luis Gayà a pie de campo el pasado sábado. Nadie más. Es Javi Gracia quien más veces habla en público pero desde luego no lo hace como portavoz del club. Además, desde Meriton, o en este caso conviene más hablar del máximo accionista Peter Lim, no hay intención de cambiar la estructura, es decir, va a seguir Anil Murthy como presidente del club y sigue Miguel Ángel Corona como coordinador de la secretaría técnica. Por lo tanto, lo que hay que cambiar es el perfil del entrenador.

Pero una cosa es tener un entrenador de un perfil determinado, otra tener un entrenador que sea un 'funcionario', es decir que no cuente en la planificación de la plantilla, o que no tenga la última palabra, y otra fichar un entrenador prometiéndole una cosa y que luego suceda otra. De eso depende que la temporada que viene no termine, como esta, en desastre.