El día que Mestalla recuperó su voz tras 442 en silencio

5.000 valencianistas vuelven al estadio para reencontrarse con el equipo y con Meriton como broche a una temporada para el olvido

El día que Mestalla recuperó su voz tras 442 en silencio

El día que Mestalla recuperó su voz tras 442 en silencio

Andrés García

Andrés García

Hoy es un día grande. la afición vuelve a casa. Mestalla abre las puertas al valencianismo después de quince largos días de pandemia. Un año, dos meses y 14 días mas tarde. Hay que remontarse al 29 de febrero de 2020 para encontrar el último partido a puerta abierta. Hoy solo serán 5.000 los afortunados que puedan entrar al estadio. Son pocos, pero sabe a gloria. Sin duda alguna es la mejor noticia de una temporada para olvidar.

Volver a pisar Mestalla será un sueño hecho realidad para muchos valencianistas. El fútbol no es lo mismo sin gente. La vida de los aficionados tampoco es igual sin la bendita rutina del fútbol. Hoy es el momento de recuperar la liturgia y las viejas sensaciones de los días de fútbol, de sentirse cerca del equipo después de tanta televisión y de tener la libertad de aplaudir, cantar, celebrar, silbar, protestar o sacar los pañuelos. Lo que sea. Hoy por fin el valencianismo podrá expresarse como quiera, Hoy por fin Mestalla recuperará su voz.

La vuelta del público a Mestalla coincide con el momento de mayor tensión entre la afición y la propiedad. El valencianismo tendrá la oportunidad de juzgar a Meriton tal y como sucedió la semana pasada en la manifestación por la libertad del Valencia por las calles de la ciudad protestando por la gestión de Peter Lim y pidiendo la marcha del máximo accionista. La historia puede repetirse. La reacción del público al palco de autoridades será el principal foco de atención de un partido ya sin nada en juego. Mestalla hablará después de mucho tiempo en silencio.

También será el reencuentro de la afición con un joven equipo capitaneado por gente de la casa que ha pagado y mucho la planificación caótica de Meriton y los despropósitos con Javi Gracia. Mestalla también podrá juzgar para bien o para mal a sus jugadores. Es un día para expresarse libremente, pero sobre todo para disfrutar.

La lástima es que, más allá de la vuelta del público a Mestalla, se trata de un partido intrascendente. El equipo certificó la permanencia matemática el jueves con la victoria del Villarreal al Valladolid y no se juega nada. Ni por abajo ni desgraciadamente por arriba. La temporada está salvada que es a lo único a lo que podían aspirar Voro y sus jugadores. La única motivación que queda es despedir el año con un mejor sabor de boca, con las dos victorias consecutivas que se han resistido toda la temporada y, de paso, acabar por encima del vecino Levante. Los internacionales también tienen el estímulo de terminar bien LaLiga con vistas a la Eurocopa y el Europeo Sub-21. Voro repetirá el 5-4-1 con un once muy similar al que consiguió la salvación virtual ante el Valladolid. Mestalla quiere disfrutar y... hablar. Le toca.

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