La barrera de la vergüenza

Si gana en Huesca, el Valencia viviría en El Alcoraz la jornada más significativa en muchas semanas... rebasaría los 44 puntos de 2016 y optaría a ser décimo

La barrera de la vergüenza

La barrera de la vergüenza

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Nada o mucho... por lo que luchar. Eso es, según se mire, es lo que todavía le queda por hacer este próximo sábado al Valencia CF en Huesca. Unos minutos después del triunfo del pasado sábado sobre la SD Eibar, Carlos Soler fijaba el objetivo para la última cita de la temporada 2020/21 antes de irse de vacacionesCarlos Soler, coger fuerzas y desconectar con vistas a la siguiente. «Ya estamos pensando en el partido final de Liga, en intentar sumar 45 puntos, que es lo que queremos. No es lo que queríamos al principio del curso, pero ahora es lo que toca, acabar con una victoria», dijo el capitán blanquinegro.

Como comentó Soler, allá por septiembre de 2020 nadie quería creer que el Valencia podría terminar la competición que marca los estatus de los equipos, la Liga, con menos de medio centenar de puntos. La realidad para los valencianistas, sin embargo, ha vuelto a ser tan dura como en los años 2016 y 2017. La barrera de los 45 puntos, a la que se refería el centrocampista valenciano, es más importante de lo que parece. La diferencia entre alcanzarla o no, ganar o no hacerlo en El Alcoraz, será la que existe entre camuflar, o ni siquiera eso, la mayor vergüenza deportiva en el club de Mestalla durante 26 temporadas.

El año del cambio, 1995

En 1995 los equipos de la liga española comenzaron a competir con el sistema de tres puntos por victoria, desechándose así los clásicos dos puntos que premiaban anteriormente los triunfos. Desde entonces, sin la actual, el Valencia ha contabilizado 25 temporadas sin concluir en una de ellas tan abajo como está en la actualidad, decimotercero.

De hecho, hasta la aparición de Lim, a finales de 2014, el equipo blanquinegro nunca había terminado una ‘liga de tres puntos’ por debajo de la décima posición -véase el gráfico de la derecha-. Con el empresario singapurense al frente de la gestión, a pesar de que se empezó fuerte, acabó pasando dos veces: en los cursos 15/16 y 16/17. Fueron los años de movimientos sísmicos en el banquillo tras el despido de Nuno. Se sucedieron Gary Neville, Pako Ayestaran, Cesare Prandelli y, entre medias, un par de veces Voro para apagar fuegos antes del aterrizaje de Marcelino.

La barrera de la vergüenza

La barrera de la vergüenza

Ahora el Valencia, otra vez de Voro, necesita los tres puntos en tierras oscenses para superar la peor de aquellas dos campañas, la peor en términos de puntuación desde el cambio de sistema en la Liga. Entre Nuno, Neville y Ayestaran, que puso un ‘broche’ de cuatro derrotas, dejaron al equipo duodécimo con 44 puntos. La puntuación más pobre del último cuarto de siglo.

Hoy el Valencia de Javi Gracia -hasta la jornada 34- y Voro, que ha logrado seis de nueve puntos, llega al asalto final con 42 puntos. Si gana al Huesca, amén de echar una mano a un equipo de la Comunitat Valenciana como el Elche, esquivará en cierto modo la vergüenza de registrar los números más pobres desde aquella eterna campaña 95/96 de 42 jornadas, en ella, los pupilos de Luis Aragonés pujaron con el Atlético por el título de Liga alcanzando 83 puntos.

Los tres puntos contra el conjunto entrenado por Pacheta podrían resultar los más significativos en muchas jornadas. Con ellos en su haber, el Valencia tendría la opción de escalar hasta tres posiciones en la tabla para colocarse décimo, siempre y cuando Granada y Osasuna pierdan contra Getafe y Real Sociedad, respectivamente, y el Cádiz no le gane al Levante.

Decadencia

El periodo de Meriton se está consolidando como uno de los más ominosos de la historia del club, si no, el que más por su durabilidad. En estos momentos, sumando esta temporada, desde 2015 se han vivido tres de las seis peores desde el estreno en la elite en 1931. Después de 37 jornadas la plantilla 20/21 ha obtenido solo el 37, 8 % de los puntos en juego. Un rendimiento solo empeorado con en 1933, cuando el Valencia del inglés Galloway logró el 36,1 %, en 1983, con el 36,7 %, y en la campaña del descenso, con el mismo porcentaje (36,7 %) en 1986.