Renovables en ciudad

Alianzas vecinales para compartir la energía solar (y bajar la factura)

Los bloques de pisos pueden reducir el recibo de la luz con placas colectivas

Energía solar en Barcelona

Energía solar en Barcelona / elperiodico

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Beneficios ambientales, sociales y económicos. Esa triple ventaja es lo que representan las comunidades energéticas locales que apuestan por las instalaciones de renovables. Pueden ser pequeñas, como un bloque de pisos, o abarcar vecindarios enteros. Son la mejor alianza ciudadana frente a la crisis climática. El único requisito es estar a 500 metros como máximo de separación entre el punto de generación y el de consumo.

La inversión en paneles fotovoltaicos puede oscilar entre los 1.000 euros y los 5.000 en función de los metros cuadrados. La amortización se estima en unos cinco años. Las ayudas de las distintas administraciones, tanto la estatal como las autonómicas, suponen un punto de inflexión. El Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia arbitrado por la Unión Europea aporta un apoyo incontestable.

La Ley de Autoconsumo de 2019 permite producir electricidad en común, volcar la energía sobrante a la red y cobrar por ella. En el caso de edificios particulares, la normativa actual contempla que es necesario un acuerdo del 33% de una comunidad para instalar placas solares fotovoltaicas, independiente del número de personas que lo vayan a disfrutar.

Ahorro directo

Pero también pueden aprovecharse las placas de otros edificios. Un ejemplo práctico es el proyecto de comunidades solares que impulsan el Gobierno de Asturias, el Ayuntamiento del municipio de Aller y Repsol. Han suscrito un convenio para el desarrollo de dos comunidades solares de autoconsumo colectivo de energía eléctrica renovable en ese municipio. En Aller instalarán paneles fotovoltaicos en los colegios de dos pueblos para abastecer a los propios centros, pero también a comercios y residentes en un radio de 500 metros. Esos residentes y comerciantes verán rebajada su factura de la luz en un 40%.

Desde la Conselleria de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana explican que aunque es el tamaño de cada instalación y del municipio el que determina los costes, en el caso de una vivienda unifamiliar, una explotación de 5 kW puede costar unos 6.000 euros. Algo que calculan podría suponer un ahorro de unos 1.500 euros al año. Incluso más. Al precio actual de la electricidad, un sistema de autoconsumo como ese, con una vida útil de unos 25 años, se amortizaría en solo cuatro si no contara con subvenciones.

Placas solares en bloques de pisos

Placas solares en bloques de pisos / pixabay

Sin embargo, hay que tener en cuenta el capítulo de las ayudas oficiales, que en este caso sería de 3.275 euros si se trata de una localidad de menos de 5.000 habitantes. Para los otros 3.000 euros, habría una bonificación del 40 % en el IRPF si es primera vivienda, y 20 % si es segunda. Y si la población tiene bonificación del IBI se puede hablar de una reducción de 200 o 300 euros anuales durante varios años. Al menos así es en el caso de la Comunitat Valenciana, aunque la apuesta por el autoconsumo es similar en el resto del Estado.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, una comunidad energética local es «una entidad jurídica de participación voluntaria y abierta controlada por accionistas o miembros que sean personas físicas o jurídicas, como pueden ser asociaciones, cooperativas, organizaciones sin ánimo de lucro o empresas, pero también administraciones locales autonómicas o nacionales».

Otro ejemplo: en la cubierta del estadio de San Mamés (Bilbao) se han desplegado 300 equipos solares con una potencia total de 100 kW. Una cifra que permite no solo cubrir las necesidades de todas las instalaciones del estadio, sino abastecer al vecindario.

El proyecto demuestra que para consumir energía solar no es necesario poseer una vivienda unifamiliar e instalar placas fotovoltaicas en el propio tejado, un requisito difícil de cumplir en un país donde el 66,5% de la población vive en pisos situados en bloques de edificios, según datos de Eurostat.

La estructura de las comunidades energéticas locales en Europa varía desde sistemas a pequeña escala que producen su propia energía renovable, hasta proyectos de mayor envergadura donde agentes externos, como compañías eléctricas ,establecen una comunidad energética local para ahorrar dinero en los servicios que se ofrecen.

Energía solar colectiva

Energía solar colectiva / pixabay

Prueba del apoyo del Gobierno a estas iniciativas es la partida de cuarenta millones de euros para proyectos que impulsen la innovación social y la participación ciudadana en renovables, eficiencia energética o movilidad eléctrica.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica, las comunidades energéticas contribuyen al despliegue e integración de las energías renovables, pero también aportan importantes beneficios económicos y sociales en los territorios donde se implementan, ya que ayudan a dinamizar la actividad local, generar empleo y fijar población. Asimismo, ayudan a democratizar el sistema energético, pues quienes forman parte de ellas son, a su vez, productores y consumidores de su propia energía limpia.

Los excedentes que se viertan a la red solo tributan a partir de 100 kilovatios, algo que ningún particular va a alcanzar, según todos los expertos en la materia. El hecho de que no tribute es porque se trata de un sistema de compensación simplificada donde la compañía comercializadora abona una cantidad que luego se resta de la factura. El futuro, apuntan ya muchos, está en los tejados.

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ENTREVISTA

Pedro Fresco. Autor del libro ‘Nuevo orden verde’ y director general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana

«Quien tenga un tejado apto para el autoconsumo, que no lo dude un segundo»

Pedro Fresco

Pedro Fresco / Levante

¿Cree que está llegando al ciudadano el tema de las energías renovables? La gente sigue pensando que instalar paneles solares en su tejado es algo que solo pueden permitirse los más ricos.

En absoluto. Los sistemas de autoconsumo fotovoltaico ya tienen precios muy competitivos, pero es que, además, actualmente existe una combinación de ayudas que pueden hacer que el sistema de autoconsumo salga a un coste muy reducido. Las ayudas para particulares, que gestiona por ejemplo la Dirección General de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, pueden llegar a cubrir más del 50% del importe de la instalación, pero además existe una deducción fiscal en el IRPF para la parte no subvencionada y, en algunos municipios, una bonificación en el IBI. Todo este set de ayudas facilita acceder a un sistema de autoconsumo por un coste muy pequeño, cuando además la electricidad está más cara que nunca. Es la tormenta perfecta, en un sentido positivo. Quien tenga un tejado apto para el autoconsumo, que no lo dude ni un segundo. Es el momento.

Por horas de sol, España y la Comunitat Valenciana podría ser uno de los países y autonomías, respectivamente que lideraran el sector solar ¿O eso es un mito?

No es un mito, es totalmente cierto. España es el país que tiene mayor recurso solar de Europa y, dentro de España, la Comunitat Valenciana tiene un potencial muy bueno. España es un país terriblemente dependiente energéticamente y eso lo hace vulnerable a cualquier eventualidad externa, como la que existe ahora mismo con el gas. Tenemos el potencial para poder ir progresivamente eliminando los combustibles fósiles y pasar a consumir una energía autóctona, propia, sin coste, la de nuestro sol y nuestro viento. En tres décadas podríamos incluso ser exportadores netos de energía. Y todo esto, si lo aprovechamos bien, puede suponer un catalizador para nuestras empresas energéticas y de competentes renovables. La gente no lo sabe, pero España tiene empresas líderes en energía solar y eólica, alguna de ellas en la Comunitat Valenciana. No veo un sector con más futuro que este.

Para un particular ¿qué puede suponer tener una instalación de autoconsumo y qué ahorraría en el consumo de luz?

Lo mejor es verlo en cada caso, pues cambia en función del tamaño de la instalación y el municipio, pero la crisis de precios eléctricos y las ayudas europeas han convertido el autoconsumo un verdadero chollo.

¿En qué punto se encuentra el desarrollo de Comunidades Energéticas locales en la Comunitat Valenciana?

Es pionera. Nuestro ecosistema asociativo también está promoviendo multitud de proyectos en toda la geografía, algunos prácticamente acabados y otros en fases más iniciales de desarrollo. Tenemos localizados una cuarentena relativamente avanzados, pero sabemos que hay muchas más iniciativas por toda la geografía. En la encuesta que realizamos a los ayuntamientos, vimos que la cantidad de comunidades energéticas es aun pequeña, pero que había decenas de municipios con proyectos incipientes.