Especies invasoras

Los gatos asilvestrados, un peligro ecológico: ya han extinguido 33 especies animales

También amenazan al 8% de especies en peligro crítico, según los expertos

Gato asilvestrado

Gato asilvestrado / Agencias

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La introducción de una especie que no es propia de un determinado ecosistema puede tener consecuencias catastróficas. Cuando pensamos en alteraciones de hábitats, solemos poner de inmediato la vista en raras especies exóticas que han sido introducidas desde lejanos países. Pero a veces el enemigo de nuestras especies endémicas y autóctonas está más cerca de lo que creemos. Los gatos domésticos asilvestrados son el ejemplo de ello. Su introducción en diversos ecosistemas ha provocado la extinción de hasta 33 especies de reptiles, aves y pequeños mamíferos silvestres en el mundo y ha impulsado a otros tantos animales a sobrevivir en una situación de vulnerabilidad extrema.

"A mucha gente le choca que el gato no pertenezca a ningún ecosistema, pero es así, porque es un animal doméstico", resalta Adrián Flores, ambientólogo de la Universidad de La Laguna (ULL). Al no tener un lugar establecido en el ciclo del ecosistema, su introducción provoca alteraciones como si de una especie exótica se tratara y, de no repararse a tiempo, es posible que cause daños irreversibles.

Se calcula que, actualmente, su presencia amenaza, además, la supervivencia del 8% de las especies de aves, mamíferos y reptiles catalogados como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a nivel mundial. En nuestro país, las áreas más afectadas por su introducción son las isleñas.

Gatos callejeros

Gatos callejeros / enelnombredelgato

Los gatos asilvestrados son una de las especies invasoras más perjudiciales para las comunidades de vertebrados que viven en islas. A lo largo de la historia, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) la acción de estos felinos ha contribuido a la desaparición de, al menos, el 14% de los vertebrados en estos entornos.

El trabajo, publicado en Global Change Biology, se basa en una revisión bibliográfica de 229 casos en 120 islas del mundo. Los gatos asilvestrados están presentes en la mayoría de las aproximadamente 179.000 islas que hay en todo el mundo, donde la biodiversidad es muy particular y cualquier intromisión en sus ecosistemas tiene un impacto mucho más grave.

A nivel global, las regiones insulares más afectadas históricamente por la acción de este felino son las Galápagos (Ecuador), Hawaii (EEUU), algunas islas del Caribe y Canarias. Los datos demuestran que la biodiversidad de los dos archipiélagos españoles también se ha visto afectada por la acción de estos gatos.

El caso de Canarias

Durante la investigación, el equipo identificó algunos casos llamativos donde el gato ha jugado un papel fundamental en la extinción de algunos vertebrados, como el del chochín de Stephens (Traversia lyalli) en el Estrecho de Cook (Nueva Zelanda) y la tórtola de Socorro (Zenayda graisoni) en México, cuya especie está extinta en la naturaleza y sus únicos efectivos existentes se encuentran en cautividad. Además, algunas subespecies del ratón endémico (Peromyscus guardia) de Baja California (México) se han extinguido en varias islas. El lagarto gigante de La Gomera (Gallotia gomerana), con una población exigua en la naturaleza, constituye uno de los reptiles más amenazados del planeta.

Lagarto gigante de la Gomera

Lagarto gigante de la Gomera / efe

De las más de treinta especies de vertebrados terrestres introducidos en Canarias, los gatos asilvestrados constituyen uno de los máximos exponentes de amenaza para la avifauna canaria, como destacan desde SEO/Birdlife. A día de hoy, especies endémicas como los lagartos gigantes han sido reducidas tanto sus poblaciones como la superficie habitable. Los científicos de las universidades canarias y del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) han constatado que estos reptiles, que en los tiempos de la preconquista se repartían por todo el archipiélago, ahora se encuentran limitados a las zonas inaccesibles para los gatos, como las de acantilados. 

Alimentación: menos conejos, más reptiles y aves

Un reciente artículo publicado por investigadores de la ULL demuestra que, además, la alimentación de los gatos asilvestrados ha cambiado en los últimos 18 años, probablemente a raíz de la expansión por las islas de la enfermedad hemorrágica del conejo, un animal que hasta ahora conformaba una parte importante de su dieta. 

A consecuencia de la falta de mamíferos para cazar, los felinos de esta zona de la isla han empezado a explotar otros recursos, especialmente reptiles y aves. En lo que se refiere a los reptiles, el consumo se ha multiplicado por tres desde 2005. Su progresiva desaparición ya está generando cambios en los ecosistemas, dado que contribuyen a dispersar semillas y su desaparición afecta a la conectividad y las características genéticas de las poblaciones de plantas.

Concretamente, ha provocado una reducción drástica en la conectividad genética en las poblaciones de la planta endémica Orijama (Neochamaela pulverulenta), que, además, ha alterado sus características genéticas a lo largo de su área de distribución.

Las aves, aunque no han sido objeto del estudio, también preocupan a los científicos, pues "se ha multiplicado por 16 su consumo", resalta Flores. Entre las especies cazadas por los gatos se encuentran los petreles de Bulwer, que también se encuentran en peligro de extinción y cuyo consumo se ha incrementado por cinco. También afectan a las paloma rabiche y turqué, el pinzón azul de Gran Canaria, la tarabilla canaria y muy especialmente a las aves marinas.

En las islas Baleares, la situación de los gatos asilvestrados preocupa también a los biólogos, porque algunas aves marinas ven amenazados sus nidos por este motivo. Es el caso de la pardela balear (Puffinus mauretanicus) o virot, un ave de gran relevancia ambiental que se halla en peligro y ha sido objeto de programas públicos de recuperación.

Pardela balear

Pardela balear / SEO

Esto no solo ocurre en islas. Un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en Nature, refleja el devastador impacto de estos felinos sobre el resto de la vida animal. La conclusión del estudio era contundente: los gatos son la principal amenaza para la vida silvestre.

Matan a miles de millones de animales al año

Los científicos estimaron que los felinos son responsables de la muerte de entre 1.400 y 3.700 millones de aves y entre 6.900 y 20.700 millones de mamíferos cada año solo en ese país.

La mayor amenaza está en los callejeros, que no están contabilizados –entre 30 y 80 millones en Estados Unidos– que acaban con la vida de entre 23 y 46 pájaros y entre 129 y 338 pequeños mamíferos cada año, según la conclusión de Marra.

En 2020 había 3,8 millones de gatos en nuestro país, tanto en hogares como en la calle. Según el estudio Affinity, cada año entran a las protectoras 124.000 gatos y, aunque en número son menos que los perros, llegan en peores condiciones que los canes. Solo el 4,3% tiene microchip (frente al 28% de los perros) y la mayoría llegan enfermos o heridos.

Científicos y asociaciones insisten en que es preciso controlar a los gatos. SEO/Birdlife insiste en que las administraciones deben llevar a cabo programas de control que impidan esos daños, a la vez que campañas de información y sensibilización entre la población sobre la amenaza potencial que suponen para la fauna autóctona.

En el caso de las mascotas, deben permanecer bajo el control de sus dueños, de modo que no produzcan daños a la biodiversidad, máxime cuando en la legislación canaria existe una prohibición expresa en cuanto a la introducción de estas mascotas en el medio natural. En el caso de los gatos asilvestrados en lugares importantes para las aves y otros grupos de fauna amenazados, los gatos no son compatibles con la conservación de las especies amenazadas y contraviene la legislación.

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/ncomms2380