Los hongos emiten señales eléctricas como forma de comunicación, según señala un estudio publicado en The Royal Society Open Science, por científicos de la Universidad del Oeste de Inglaterra, que decidieron utilizar la bioinformática para interpretar un lenguaje que diera sentido a estas señales eléctricas.

Para la realización del estudio se recogió la actividad eléctrica de cuatro tipos de hongos: los hongos fantasma (Omphalotus nidiformis), los hongos Enoki (Flammulina velutipes), los hongos branquiales divididos (Schizophyllum commune) y los hongos oruga (Cordyceps militaris). Para ello, colocaron pequeños electrodos en las zonas que estos hongos habían colonizado, según el portal Hipertextual.

Los científicos creen que los hongos tienen un cordón micelar. Este es un conjunto de filamentos que les ayudan a invadir las raíces y la madera de los árboles, así como a acceder a lugares alejados en busca de recursos.

Los científicos comprobaron que esta red conecta a unos hongos con otros y les permite enviarse mensajes. Como si de neuronas se tratara, las señales eléctricas pasan a través de estos cordones, con un objetivo que aún no se conoce del todo.

Hongos en el tronco de un árbol Pixabay

Posteriormente, se registraron los picos de actividad y se dividieron en grupos, según la longitud y duración de cada pico. De este modo se establecieron patrones que podían considerarse prácticamente como palabras.

Sin embargo, los hongos componían frases muy diferentes según su especie. Adamatzsky determinó que pueden tener un vocabulario de hasta 50 ‘palabras’, aunque habitualmente solo usan entre 15 y 20.

Los hongos branquiales, por ejemplo, eran los que componían las oraciones más complejas.

En cuanto a la longitud, las palabras que utilizan los hongos en su lenguaje, contienen de media 5,97 letras, lo que según, el investigador está dentro del promedio de las 4,8 letras por palabra del idioma inglés y las 6 letras por palabras del ruso.

Cabe resaltar que los investigadores creen que el lenguaje de los hongos podría servirles para alertar sobre posibles peligros o advertir sobre cambios en los recursos existentes en su entorno. Aunque el lenguaje es algo inherente del ser humano, otros seres vivos tienen sus propios mecanismos para comunicarse, pese a efectuarse con patrones tan definidos como los hongos.

Los hongos emiten impulsos eléctricos para comunicarse Pixabay

“No sabemos si se pueden comparar los patrones de picos en los hongos y el habla humana. Posiblemente no. Sin embargo, existen muchas similitudes en el procesamiento de la información en sustratos vivos de diferentes clases, familias y especies”, declaró Andrew Adamatzky, autor principal del estudio a The Guardian.

En definitiva, hablar o no de un lenguaje depende en parte de la postura con que se mire este fenómeno. No obstante, lo que estos científicos han hecho no solo resulta curioso, sino que supone un estímulo para futuras investigaciones sobre los diferentes tipos de lenguajes en otros seres vivos.